La Secretaría de Relaciones Exteriores buscará traer a México a Sandra Téllez, vinculada al trágico incendio en la Guardería ABC en 2009
Este domingo 3 de agosto, el colectivo Manos Unidas por Nuestros Niños informó sobre la detención en Arizona de Sandra Lucía Téllez, quien fue socia y propietaria de la Guardería ABC. Este centro de cuidado infantil fue escenario de un incendio en 2009 que dejó un saldo trágico de 49 menores fallecidos y múltiples heridos. La noticia de su arresto ha generado gran expectativa en México, donde la búsqueda de justicia para las víctimas continúa activa.
El colectivo, a través de una carta dirigida a las autoridades mexicanas, solicitó formalmente la extradición de Sandra Téllez. En ella, dirigieron su petición a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y al fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero. La petición busca que la funcionaria y el funcionario hagan lo necesario para que Téllez sea deportada y entregada a las autoridades mexicanas. La intención es que sea puesta a disposición de las instituciones judiciales en México y que cumpla la sentencia definitiva y firme en su contra por la muerte y lesiones ocasionadas a los menores en el incidente de 2009.
El comunicado, firmado por Juana Luna Hernández, presidenta del colectivo, enfatiza la importancia de que la justicia se aplique sin dilación. “Le pedimos que el Estado mexicano haga lo necesario para que la C. Sandra Lucía Téllez Nieves sea deportada y extraditada a nuestro país y sea puesta a disposición de las autoridades mexicanas para que la ingresen al penal correspondiente y cumpla con la sentencia definitiva y firme decretada en su contra por la muerte y lesiones de nuestros hijos e hijas”, señala la misiva. La solicitud refleja la determinación del colectivo de seguir luchando por la justicia y el reconocimiento de los derechos de las víctimas y sus familias.
Hasta ahora, los detalles sobre la captura de Sandra Téllez en Arizona se mantienen en reserva, pero la noticia ha despertado un fuerte interés en la opinión pública y en las instituciones mexicanas. La Fiscalía General de la República y la Secretaría de Relaciones Exteriores trabajan en coordinación para gestionar la solicitud de extradición, que se basa en los tratados internacionales de colaboración jurídica y en las leyes mexicanas. La extradición es un proceso complejo, que requiere de la cooperación de las autoridades de Estados Unidos y de una serie de procedimientos judiciales previos, pero la detención en territorio estadounidense es un paso importante en esta dirección.
La tragedia de la Guardería ABC ocurrió el 5 de junio de 2009 en Hermosillo, Sonora. La causa principal del incendio fue una fuga de gas que se propagó rápidamente, atrapando a los niños y personal del centro. La negligencia en las medidas de seguridad y las deficiencias en la supervisión fueron señaladas como responsables del incidente. Desde entonces, las investigaciones y los procesos judiciales han sido largos y complejos, con varias personas vinculadas a la responsabilidad directa e indirecta en la tragedia, incluyendo a propietarios y funcionarios públicos.
El caso de Sandra Téllez, como una de las propietarias y socias del establecimiento, ha sido un punto central en la demanda de justicia. La búsqueda de su captura y extradición representa un paso más en la lucha contra la impunidad que ha caracterizado a este caso durante más de una década. La justicia busca no solo sancionar a quienes tuvieron responsabilidad directa, sino también garantizar que las víctimas y sus familias sientan que su reclamo no ha sido olvidado.
La Secretaría de Relaciones Exteriores y la Fiscalía General de la República continúan coordinando esfuerzos para concretar la extradición, confiando en que las autoridades estadounidenses cumplan con los procedimientos legales y colaboren en la entrega de Sandra Téllez a México. La expectativa es que, en los próximos meses, se puedan concretar avances en este proceso, que simboliza la lucha por justicia y reparación para las víctimas del incendio en la Guardería ABC.
