Política
7.3.2025
Por: Dave Alexander López Mejía.
Doctor en Filosofía con Orientación en Ciencias Políticas.
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En el contexto contemporáneo de las relaciones internacionales, la búsqueda de la hegemonía y del poder suele presentar rasgos que, aunque se modernicen en sus formas, mantienen una esencia tradicional de imposición y coerción. Durante la administración de Donald Trump, se vislumbró con nitidez la persistencia de prácticas que tensionaron las estructuras de la soberanía estatal, así como el orden comercial que, desde hace décadas, rige la economía global. Tanto la aplicación de fuertes aranceles —del 25%— a países como Canadá y México, como la insistencia en amenazar con intervenciones militares en territorio mexicano, mostraron un modelo de gobernanza que muchos consideran un imperialismo renovado.
Uno de los rasgos más característicos de la administración Trump fue su política comercial dura, en sintonía con la consigna de “America First” o “Make America Great Again”. La imposición de aranceles del 25% se aplicó en diversos frentes, aunque el caso de Canadá y México adquirió una relevancia especial por su cercanía geográfica y sus profundas relaciones comerciales con Estados Unidos. Para muchos analistas, este ejercicio de presión no fue tanto una medida defensiva, sino una táctica para lograr concesiones en la negociación de un acuerdo comercial más favorable para los intereses de Estados Unidos. Con ello, se evidenciaba la capacidad de un actor hegemónico para modificar, a su antojo, las reglas del juego, incluso en perjuicio de socios históricos.
Paralelamente a las tensiones comerciales, la administración Trump esbozó públicamente la posibilidad de intervenir militarmente en México, justificando dicha acción en la necesidad de combatir el crimen organizado y el tráfico de drogas o en la designación de los cárteles como “organizaciones terroristas”. Este escenario abrió un debate sobre la soberanía y la legitimidad de la injerencia unilateral en otro Estado.
Calificar a las organizaciones delictivas como amenaza “terrorista” puede allanar el camino legal y narrativo para justificar operaciones militares fuera del territorio nacional. Dicha calificación retoma tácticas aplicadas tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, cuando se amplió significativamente el margen de acción del gobierno estadounidense bajo el argumento de la “defensa de la seguridad nacional”. Ante la posible intervención de fuerzas armadas extranjeras en suelo mexicano, distintas voces oficiales y de la sociedad civil se alzaron para defender la soberanía y rechazar cualquier acción que no contara con la anuencia de las instituciones nacionales. Históricamente, México ha mantenido un fuerte principio de no intervención en su política exterior, y las declaraciones desde Washington encendieron alarmas sobre la violación de dicho principio.
Estos episodios, tanto en el ámbito comercial como en el de la seguridad, ilustran la diplomacia coercitiva de la administración Trump. Tal como postulaba el teórico Roberth Dahl, el poder consiste en la capacidad de un actor (A) para forzar a otro (B) a hacer algo que, de otro modo, B no haría. Al amagar con aranceles o con una acción militar directa, Washington buscó imponer su voluntad, apelando a un discurso de defensa de la seguridad interna y los intereses nacionales.
En este sentido, la idea de soberanía como “poder político supremo” (Real Academia Española, 2024) queda en tela de juicio cuando uno de los actores puede, unilateralmente, alterar el orden comercial o amenazar con cruzar las fronteras con sus fuerzas armadas. La soberanía implica que, dentro de su territorio, un Estado es autónomo y ajeno a la imposición de potencias extranjeras. Sin embargo, las medidas arancelarias y las amenazas de intervención evidencian cómo, en la práctica, los Estados con menor poder relativo enfrentan límites a ese principio si desean mantener relaciones pacíficas y beneficios económicos con una superpotencia.
No se trata de un fenómeno exclusivo de la administración Trump. Varias potencias a lo largo de la historia han utilizado la presión económica y la fuerza para moldear la conducta de otras naciones. La diferencia radica en que, en la época de la globalización, existen múltiples canales de información y redes productivas integradas que hacen más evidentes —y más complejas— las repercusiones de estas tácticas.
Lo que se denomina “viejas prácticas” (propias de la era colonial o de la Guerra Fría) se disfraza con ropajes modernos: la justificación de la “seguridad nacional”, el recurso de las redes sociales para influir en la opinión pública, el esgrimir supuestos acuerdos comerciales “justos” que, en realidad, suelen favorecer al más fuerte. Es aquí donde surgen preguntas fundamentales sobre el futuro de la gobernanza global:
La experiencia de las disputas arancelarias del 25% y la amenaza de intervención militar en México exhiben un patrón de gobernanza imperialista que, si bien no es nuevo, adopta herramientas del presente para perpetuar viejas dinámicas de dominación. Desde un enfoque realista, se podría argumentar que los Estados poderosos siempre buscarán maximizar su influencia; desde una perspectiva crítica, en cambio, queda la exigencia de reconfigurar las relaciones internacionales para priorizar la negociación justa y el respeto a la soberanía.
En todo caso, las acciones de la administración Trump sentaron precedentes que configuran la manera en que la geopolítica y la economía global evolucionarán en las próximas décadas. Comprender estos movimientos y las respuestas de los actores afectados resulta esencial para discernir si, en el mediano y largo plazo, se impondrá el unilateralismo coercitivo o si, por el contrario, se reforzarán los mecanismos multilaterales y la cooperación pacífica.
Barkin, J. & Cronin, B. (1994). El Estado y la nación: normas cambiantes y reglas de soberanía en las relaciones internacionales. Organización Internacional, 48, 107–130.
Dahl, R. (1957). The Concept of Power. Behavioral Science, 2(3), 201–215.
Jackson, R. (1999). Introducción: La soberanía en el milenio. Political Studies, 47, 423–430.
Jackson, R. (1999). Soberanía en la política mundial: una mirada al panorama conceptual e histórico. Political Studies, 47, 431–456.
Real Academia Española. (2024). Diccionario de la Lengua Española.