La Cámara de Diputados aprobó la reforma que transfiere el control de la Guardia Nacional a la Sedena, formalizando su carácter militar, en una sesión celebrada este jueves.
La Guardia Nacional fue creada en 2019 como una institución de seguridad pública con un carácter civil, cuyo objetivo era enfrentar los desafíos de seguridad en México. Sin embargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha impulsado reformas para que dicha corporación sea administrada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), argumentando que esto fortalecerá la seguridad pública y reducirá los índices de criminalidad.
Con 353 votos a favor y 126 en contra, la Cámara de Diputados aprobó la reforma que modifica 12 artículos de la Constitución, permitiendo que la Guardia Nacional sea dirigida por las Fuerzas Armadas. Entre los cambios más destacados se encuentra la eliminación de la «garantía orgánica» que aseguraba el carácter civil de las instituciones de seguridad pública, algo que no se había alterado desde 1857. Este proyecto ya ha sido enviado al Senado, donde se espera su ratificación.
«La adscripción de la Guardia Nacional a la Sedena responde a la realidad del país y al fracaso de la estrategia de seguridad civil. Con esta medida, blindamos a la Guardia Nacional de la corrupción que afectó a la Policía Federal»
Declaró el diputado Ricardo Mejía, del Partido del Trabajo (PT).
Por otro lado, el diputado Gibran Ramírez, del Movimiento Ciudadano (MC), criticó duramente la reforma afirmando que «con esta decisión, estamos militarizando la seguridad pública y entregando más poder a las Fuerzas Armadas, lo cual puede tener consecuencias graves en nuestra democracia».
Datos y estadísticas
La Guardia Nacional, con más de 120,000 elementos, fue creada con la promesa de ser una fuerza de seguridad civil, pero en sus cinco años de existencia, más del 74% de la población mexicana ha expresado confianza en sus operaciones, en parte debido a su despliegue masivo en todo el país, con más de 400 cuarteles construidos. Según datos oficiales, la incidencia delictiva ha disminuido en algunas áreas clave desde su creación, aunque los homicidios violentos continúan siendo un desafío nacional.
Además, en un estudio reciente, más del 60% de los expertos en seguridad pública señalaron que la militarización de las fuerzas de seguridad podría tener efectos a largo plazo en la relación entre la ciudadanía y el gobierno, incrementando la percepción de control militar en tiempos de paz.
Comentarios
La aprobación de esta reforma ha generado divisiones profundas tanto en el Congreso como en la sociedad civil. Por un lado, quienes apoyan la medida consideran que la Guardia Nacional, bajo el control de la Sedena, tendrá mayor eficiencia y menos probabilidades de corrupción, debido a la disciplina militar. Además, argumentan que esta medida permitirá una mejor coordinación entre las Fuerzas Armadas y la seguridad pública en un contexto donde el crimen organizado sigue siendo una amenaza considerable.
Por otro lado, los detractores ven en esta decisión un riesgo para la democracia y los derechos civiles en México. Diversos organismos internacionales han expresado preocupación sobre la militarización de la seguridad pública en el país, advirtiendo que podría socavar el control civil sobre las Fuerzas Armadas y generar conflictos de poder. La oposición ha anunciado que acudirá a instancias internacionales para intentar frenar esta reforma, alegando que viola principios fundamentales de la Constitución.
Fecha de publicación: 20 de septiembre de 2024
