Fue una mañana
Cuando al rey de España
Se le provocó terrible migraña,
Pues la electa presidenta
No lo invitó a su fiesta
De la toma de protesta.
La militancia del panismo
Con mucho servilismo
Lo tomó como afrenta a sí mismo:
Son de la estirpe que con desatino
Apoyó al emperador que de Austria vino
Y ya en el trono les dio puro pepino.
Dicen no querer “huevones mantenidos”,
Mas si traen corona y muchos títulos
Ahí sí son bien recibidos.
De la realeza solo el PAN notará la ausencia
Y desde lejos tendrán que hacerle reverencia.
Por esta ocasión
En el suelo de la nación
El rey no tendrá ovación,
Hay pa’ la otra
Le lamen la bota.