La inseguridad y la falta de mantenimiento han llevado al cierre de numerosos espacios culturales en Zacatecas, afectando el acceso a la lectura y la cultura en la entidad.
En Zacatecas, la inseguridad y el deterioro de las instalaciones han provocado el cierre de 26 bibliotecas públicas en diferentes municipios del estado. La falta de recursos, la violencia persistente y la negligencia administrativa han contribuido a que estos centros culturales queden en el abandono, afectando a comunidades que dependen de estos espacios para el acceso a la educación y la cultura.
La situación se ha agravado en los últimos años, con un incremento en los niveles de inseguridad que ha puesto en jaque la operación de instituciones públicas en varias regiones. La problemática ha sido señalada por autoridades locales y organizaciones civiles, quienes advierten que la desaparición de estos espacios representa un daño irreparable para la promoción de la lectura y el desarrollo cultural en Zacatecas.
Entre las bibliotecas cerradas se encuentran algunas en municipios considerados prioritarios por su población vulnerable, donde estas instituciones eran las principales fuentes de información y formación. La falta de mantenimiento, sumada a los actos de violencia y vandalismo, ha llevado a que muchas de estas bibliotecas sean consideradas inseguras para el público y, por ende, cerradas de forma definitiva.
El abandono también ha sido un factor determinante en esta problemática. La carencia de recursos económicos y la escasa inversión en infraestructura han provocado que muchas bibliotecas se encuentren en condiciones precarias, con mobiliario deteriorado, libros dañados y sistemas de seguridad inoperantes. Esta situación ha generado una percepción negativa sobre la utilidad y seguridad de estos espacios, contribuyendo a su cierre.
En respuesta a esta situación, algunas autoridades municipales y estatales han comenzado a buscar soluciones para reactivar estos centros culturales. Sin embargo, la recuperación de las bibliotecas requiere de acciones coordinadas que incluyen inversión en infraestructura, reforzamiento de la seguridad y programas de sensibilización comunitaria. La meta es devolverles su función original como espacios de acceso al conocimiento y la cultura.
Por otra parte, la comunidad académica y cultural de Zacatecas ha expresado su preocupación por la pérdida de estos recursos. Los docentes, bibliotecólogos y líderes sociales consideran que la desaparición de las bibliotecas limita el desarrollo social y cultural, además de afectar especialmente a los niños y jóvenes que utilizan estos espacios para su formación académica y personal.
A pesar de los esfuerzos por mantener abiertas algunas bibliotecas, la inseguridad sigue siendo un obstáculo importante. La presencia de grupos delictivos en varias zonas del estado impide que las instituciones puedan operar con normalidad. La protección de estos espacios requiere no solo infraestructura, sino también estrategias de seguridad que garanticen la integridad del personal y de los usuarios.
El cierre de estas 26 bibliotecas en Zacatecas refleja una problemática que va más allá del simple abandono: evidencia una crisis multifacética que involucra inseguridad, falta de recursos y desinterés institucional. La recuperación de estos espacios es fundamental para fortalecer la cultura, la educación y el tejido social en la región, pero requiere de un compromiso serio y sostenido por parte de las autoridades y la sociedad civil.