Expertos advierten sobre el modelo de urbanización cerrada en la franja Mérida-Progreso y sus consecuencias en la calidad de vida y el medio ambiente
En Mérida, Yucatán, un análisis exhaustivo revela un crecimiento urbano acelerado que ha transformado significativamente la dinámica territorial de la ciudad. Tras una investigación posdoctoral de aproximadamente dos años durante su residencia en la capital yucateca, el doctor Casael Villaseñor Hernández identificó una expansión descontrolada en la franja Mérida-Progreso, impulsada principalmente por un modelo de urbanización cerrada. Este tipo de desarrollo, caracterizado por barrios privados y urbanizaciones cerradas, ha generado impactos sociales, ambientales y territoriales que preocupan a expertos y académicos de la región.
El doctor Villaseñor Hernández, quien es licenciado en Economía y doctor en Geografía con especialización en Procesos de Urbanización en zonas periurbanas, centró su investigación en las implicaciones sociales y ambientales de esta expansión urbana. Su trabajo revela cómo estos procesos afectan a diferentes sectores de la población y a la calidad de los recursos naturales en la región. La próxima semana, el martes 12, impartirá una ponencia en el marco del seminario “Procesos socio-territoriales y urbano-ambientales en el sureste de México”, en el recinto Rendón Peniche del Centro de Estudios de Políticas Públicas, Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El tema central de la sesión será “Expansión inmobiliaria y transformación territorial en el sureste mexicano. El corredor Mérida-Progreso Yucatán”, donde Villaseñor Hernández expondrá los hallazgos clave de su investigación. Entre estos, destaca el incremento significativo en la construcción de urbanizaciones cerradas, las cuales benefician principalmente a clases medias y altas, mientras que la población trabajadora enfrenta obstáculos para acceder a estos desarrollos, generando desigualdades sociales evidentes en la región.
Otro de los aspectos relevantes que abordará durante su exposición son los problemas de infraestructura en movilidad y la escasez de servicios públicos básicos en comunidades cercanas a estas urbanizaciones. La expansión urbana ha contribuido a una mayor presión sobre los recursos existentes, afectando la calidad del agua y el medio ambiente, particularmente en zonas afectadas por la actividad turística y la intervención humana. Además, el investigador alertará sobre la privatización de tierras, un proceso que tiene profundas implicaciones en la economía local y en el bienestar social, afectando especialmente a las comunidades más vulnerables.
Villaseñor Hernández puntualizó que estos fenómenos generan una serie de impactos sociales, como el desplazamiento de población de clases trabajadoras y la precarización de su calidad de vida. La construcción de residencias en zonas cerradas, aunque beneficia a ciertos sectores, también contribuye a la segregación social y a la desigualdad en el acceso a recursos básicos. Paralelamente, las industrias relacionadas con la actividad agrícola y ganadera, como las granjas porcinas, han generado impactos negativos en la naturaleza y en las comunidades que habitan en zonas cercanas, agravando los problemas ambientales y sanitarios.
Uno de los aspectos más preocupantes que destacó el especialista es la crisis en el acceso al agua potable en localidades rurales, a pesar de que Mérida es una ciudad que, en teoría, cuenta con una alta disponibilidad de este recurso. “En un lugar donde se supone que hay mucha disponibilidad de agua, hay localidades rurales que están teniendo problemas de acceso”, afirmó. Esta situación revela las desigualdades en la distribución y gestión de los recursos hídricos en la región, agravadas por el crecimiento urbano desmedido.
Durante la sesión, también se discutirán propuestas y alternativas para enfrentar estos desafíos de manera sostenible. Entre las soluciones más relevantes, Villaseñor Hernández resaltó la importancia de fortalecer la organización comunitaria local y promover políticas públicas que regulen el desarrollo urbano en beneficio de toda la población. La participación ciudadana y la regulación gubernamental son piezas clave para mitigar los impactos negativos y promover un crecimiento urbano equilibrado y sostenible.
El investigador invitó a la comunidad académica, a los ciudadanos y a los actores sociales a participar en este seminario, con el fin de reflexionar sobre las problemáticas que enfrenta Mérida y cómo se pueden implementar acciones para mejorar las condiciones de vida. “Es importante que la gente, los ciudadanos y los académicos tengamos conciencia de lo que está sucediendo en la ciudad. Esto siempre tendrá algún efecto en el territorio”, expresó.
La charla será de acceso libre y también se transmitirá en vivo a través del canal de YouTube del Cephcis de la UNAM, permitiendo que un público diverso pueda informarse y participar en la discusión sobre el crecimiento urbano en Mérida.