El diputado federal del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Ricardo Astudillo Suárez, confirmó de manera contundente su intención de competir por la gubernatura del estado en las elecciones de 2027.
Desde un emblemático recinto del Centro Histórico de Querétaro, Astudillo Suárez declaró formalmente su aspiración. “Sí, sí quiero ser gobernador de Querétaro”, manifestó, argumentando que posee la preparación y un conocimiento profundo de las necesidades de los 18 municipios y la mayoría de sus comunidades. Su diagnóstico apunta a la urgencia de integrar social y económicamente a la Sierra Gorda con la zona metropolitana y promover un desarrollo urbano sustentable. El objetivo, según sus palabras, es construir un “Querétaro único y solidario”, recuperando la fortaleza y las raíces que caracterizan a la entidad.
Posicionándose como uno de los perfiles más competitivos de la 4T en el estado, Ricardo Astudillo subraya que su posible candidatura no es una ambición personal, sino el resultado de una trayectoria política forjada desde la base. El arquitecto de profesión recuerda sus inicios en el Partido Verde, donde ingresó por iniciativa propia, sin “padrinazgos” ni imposiciones, y ascendió gracias al respaldo ciudadano. “Empecé de cero y sólo le debo a la ciudadanía el haber llegado a donde estoy hoy en día”, afirmó. Esta trayectoria incluye su paso como regidor en el municipio de Corregidora, lo que le proporcionó una perspectiva municipalista a su visión de estado.
El llamado a la unidad de la 4T
De cara al proceso electoral de 2027, el principal mensaje de Astudillo es la cohesión. Sostiene que para que la ciudadanía queretana confíe en un proyecto de la Cuarta Transformación para la gubernatura, los liderazgos de Morena, el PT y el propio Partido Verde deben mostrarse fortalecidos y sin divisiones. “Lo peor que podemos hacer es pelearnos, descalificarnos, debilitarnos o minimizarnos”, advirtió.
El diputado federal se apoya en los resultados electorales recientes, donde la coalición obtuvo el triunfo en tres de los seis distritos federales de Querétaro. Mencionó su propia victoria y las de sus homólogos Gilberto Herrera y Luis Humberto Fernández como prueba del potencial electoral del movimiento. En este contexto, Astudillo no dudó en marcar una diferencia con otros posibles aspirantes, como Santiago Nieto. “Yo soy de los que sí ganaron en la pasada campaña, que compitieron y que ganaron, a diferencia de Santiago Nieto que perdió”, aseveró, enfatizando que su legitimidad proviene de un triunfo electoral con el proyecto de nación de la doctora Claudia Sheinbaum.
Frente a las críticas que señalan al PVEM como un partido “satélite”, emitidas por el exalcalde panista Armando Rivera, Astudillo fue tajante. Rechazó la descripción y reviró que el Partido Verde presentará un proyecto sólido en las urnas, sugiriendo que son otros actores quienes han orbitado alrededor de distintas fuerzas políticas.
Una visión humanista para Querétaro
Más allá de la estrategia política, Ricardo Astudillo perfila un gobierno de corte humanista y visionario, alejado de radicalismos. Su formación como arquitecto, asegura, le permite entender la política pública como un proyecto integral: se parte de una necesidad, se diseña una solución (ley o reglamento) y se supervisa su ejecución.
Entre sus propuestas destaca la necesidad de un nuevo modelo de movilidad que reduzca tiempos de traslado y la presentación de iniciativas de alcance nacional, como la eliminación del buró de crédito, con el fin de “no lastimar la economía de la clase media” y beneficiar a millones de familias. Su interés por la revitalización del Centro Histórico es también una de sus prioridades, al considerarlo el origen de la identidad queretana, mucho antes del auge industrial y aeroespacial.
Casado y padre de tres hijos, el aspirante a la candidatura a gobernador combina su labor legislativa con sus pasiones, como la equitación y el nado, y cursa actualmente una maestría en políticas públicas y derechos humanos, preparándose para el que considera su destino: gobernar Querétaro.