El secretario de Gobierno de Querétaro debe evitar incidentes durante la visita de Claudia Sheinbaum
Este domingo, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, realizará una visita oficial al estado de Querétaro. Su agenda incluye un acto en el municipio de Amealco, enfocado en temas relacionados con los Pueblos Indígenas y Afromexicanos. La presencia de la mandataria ha generado expectativas y cierta tensión en la entidad, debido a antecedentes de confrontación en eventos similares.
Se encienden nuevamente las alertas, pues los antecedentes indican que estas visitas suelen ser escenario de una posible guerra de porras y abucheos. En ocasiones anteriores, la presencia de la presidenta en Querétaro ha provocado incidentes entre simpatizantes de Morena y del Partido Acción Nacional. La situación genera preocupación respecto a cómo se manejará esta ocasión y quién tendrá la responsabilidad de mantener el orden.
Por ello, el secretario de Gobierno de Querétaro, Eric Gudiño, enfrentará su primera prueba de fuego en esta visita. Su principal reto será garantizar que no se produzcan incidentes durante el acto, en especial que los militantes morenistas no abucheen al gobernador Mauricio Kuri. La tarea será delicada, pues debe mediar con buen tino para evitar que la situación se salga de control.
Eric Gudiño es reconocido por diversos actores de la oposición como un operador con experiencia, formado en el Partido Revolucionario Institucional. Según su trayectoria, mantiene una relación fluida con algunos liderazgos de Morena, lo que podría facilitar su labor en la contención de cualquier manifestación en contra del mandatario estatal. La estrategia del funcionario será apaciguar a los militantes morenistas, especialmente a los más radicales, que suelen aprovechar estos eventos para manifestarse públicamente.
El principal objetivo de Gudiño será evitar que los militantes de Morena suban al ring con el gobernador Mauricio Kuri. Este último ha destacado por tener una buena relación con la presidenta Claudia Sheinbaum, y su presencia en Querétaro en eventos previos ha sido marcada por abucheos y protestas. La gestión del secretario de Gobierno será crucial para que la visita transcurra en calma y sin incidentes que puedan empañar la imagen del evento.
Es importante recordar que, el 21 de julio de 2024, el gobernador Mauricio Kuri asistió a un acto en Querétaro junto con el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum, quien en ese momento era presidenta electa. En esa ocasión, Kuri fue abucheado por un grupo de militantes de Morena, lo que evidenció las tensiones existentes en la región. El secretario de Gobierno en ese entonces era Carlos Alcaraz, quien responsabilizó a Santiago Nieto y a Gilberto Herrera por organizar los abucheos.
Carlos Alcaraz aseguró que no pudo detener los abucheos, debido a su falta de comunicación con los actores de la llamada Cuarta Transformación. En declaraciones posteriores, calificó la situación como una falta de ética, educación y cortesía política. Santiago Nieto respondió a estas acusaciones, señalando que no debían dejar la política interior del gobierno de Querétaro en manos de personas inexpertas y sin sensibilidad política. Además, amagó con presentar demandas contra Alcaraz por señalarlo como el instigador de las protestas.
Este episodio dejó en evidencia la falta de oficio de Alcaraz y su desconocimiento sobre cómo actúan los actores de la oposición en contextos de confrontación política. La lucha por el poder en estos escenarios suele ser despiadada, donde las reglas tradicionales de cortesía y ética muchas veces se dejan de lado. La experiencia de aquel evento ha quedado como referencia de los riesgos que enfrenta cualquier autoridad que intente gestionar este tipo de eventos políticos en Querétaro.
Actores cercanos al gobernador Mauricio Kuri afirman que nunca olvidaron aquel desacierto de Alcaraz, y que la experiencia dejó una enseñanza importante para futuras visitas. Pese a ello, Kuri mantuvo a Alcaraz en el cargo por casi un año más, confiando en su capacidad para manejar situaciones similares. La visita de este domingo será, sin duda, una nueva oportunidad para que Gudiño demuestre su capacidad de mantener el orden y evitar que las tensiones escalen.
Si logra impedir que los militantes de Morena agredan verbalmente al gobernador frente a la presencia de la presidenta y bajo la mirada de la prensa nacional, Gudiño consolidará su liderazgo y se habrá ganado la confianza de Kuri. La clave será su habilidad para mediar y mantener la calma en un escenario de alta tensión política, en el que las heridas de eventos pasados aún permanecen abiertas y pueden reaparecer en cualquier momento.