La presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde, rechaza las declaraciones del gobernador de Nuevo León y remarca el compromiso del partido con la política social.
La dirigencia de Morena expresó su rechazo a las recientes declaraciones del gobernador de Nuevo León, Samuel García, en las que minimizó la importancia de los programas sociales del Gobierno federal. Estas manifestaciones generaron una fuerte polémica en el ámbito político nacional, poniendo en evidencia las diferencias entre las posturas de los actores políticos respecto a la política social y el papel del Estado en la asistencia a la población.
Durante una visita a la sede estatal de Morena en Nuevo León, Luisa María Alcalde, presidenta nacional del partido, afirmó que las palabras del mandatario neoleonés representan una postura que remite a épocas pasadas, cuando las autoridades no consideraban prioritario el apoyo directo a los ciudadanos. La líder morenista sostuvo que dicha postura recuerda a los gobiernos neoliberales que despreciaron la política social y se desentendieron del bienestar del pueblo, una actitud que, afirmó, no corresponde a los principios de su organización.
Alcalde puntualizó que el compromiso de Morena con los programas sociales sigue intacto y que estos son fundamentales para reducir desigualdades y fortalecer el tejido social. La dirigente enfatizó que la política social del actual Gobierno federal ha permitido avanzar en la atención a los sectores más vulnerables, y que rechazar estos esfuerzos implica desconocer los beneficios que han tenido para millones de mexicanos.
La presidenta nacional de Morena también hizo un llamado a la reflexión y a la responsabilidad de los actores políticos en el uso de sus declaraciones públicas. Subrayó que el rechazo a los programas sociales no solo perjudica la percepción pública, sino que también puede afectar la estabilidad social y el bienestar de las comunidades más necesitadas. Además, reafirmó el compromiso de su partido con la defensa de los derechos sociales y con la continuidad de las políticas que han beneficiado a millones de habitantes en todo el país.
Por su parte, Samuel García había declarado previamente que “las autoridades no deben ayudar a la gente”, posicionamiento que generó rechazo en diversos sectores políticos y sociales. La postura del gobernador de Nuevo León fue interpretada como una visión que va en contra de la política social que promueve el Gobierno federal y que ha sido respaldada por diversas organizaciones sociales y partidos políticos, incluido Morena.
Este enfrentamiento refleja las profundas diferencias ideológicas y políticas en torno a la forma en que debe abordarse el bienestar social en México. Mientras Morena defiende la importancia de los programas sociales como una herramienta de transformación y justicia social, otros actores políticos han cuestionado la eficiencia y la orientación de dichas políticas, generando un debate que continúa abierto en la agenda pública del país.
La controversia también pone en evidencia la polarización que caracteriza la política mexicana actual, donde las declaraciones de los líderes generan reacciones inmediatas y confrontaciones públicas. La postura de Morena reafirma su compromiso con la política social y su rechazo a las expresiones que minimizan o descalifican dichos esfuerzos.
En conclusión, la confrontación entre Morena y Samuel García sobre los programas sociales evidencia la polarización y los debates ideológicos que marcan la política mexicana en estos momentos. La organización morenista continúa defendiendo la importancia de dichas políticas como un pilar fundamental para el desarrollo y la justicia social en México, en tanto que ciertos actores políticos mantienen posturas críticas y desacreditan los esfuerzos del Gobierno federal en este ámbito.