Monterrey encabeza la lista con más de 100 casos registrados durante el primer semestre del año.
Durante los primeros seis meses de 2025, el delito de extorsión ha sido denunciado en 30 de los 51 municipios de Nuevo León, lo que representa el 58.82% del total del estado. De acuerdo con cifras oficiales de la Fiscalía General de Justicia estatal, se han registrado 480 casos en toda la entidad, siendo Monterrey el municipio con la mayor incidencia.
La capital del estado acumuló 114 denuncias por extorsión entre el 1 de enero y el 30 de junio, colocándose como el foco rojo en materia de este delito. Esta cifra representa el 23.75% del total estatal, lo que refleja una situación preocupante en la zona metropolitana.
Apodaca y Juárez ocupan el segundo lugar con 44 casos cada uno, mientras que San Nicolás de los Garza se ubicó en la cuarta posición con 43 denuncias. Le siguen Escobedo con 41 casos y Guadalupe con 39, completando así el listado de los seis municipios con más registros.
Estos seis municipios concentran 325 de los 480 casos contabilizados en la primera mitad del año, es decir, el 67.71% de la incidencia total en el estado. Esta concentración sugiere una tendencia urbana del delito, afectando principalmente a las zonas de mayor densidad poblacional y actividad económica.
Además del grupo líder, otros seis municipios también presentaron una cifra significativa, al superar las diez denuncias por extorsión. García reportó 31 casos, Santa Catarina 24, Pesquería 16, Santiago 14, San Pedro Garza García 12 y Salinas Victoria 10.
En niveles menores de incidencia se encuentran General Zuazua con 9 denuncias; Ciénega de Flores y Cadereyta con 6 cada uno; Linares con 5; Montemorelos y Allende con 4; Iturbide y General Bravo con 2 cada uno.
Por otro lado, hay diez municipios que reportaron un solo caso de extorsión en el primer semestre del año: Sabinas Hidalgo, Mina, Hualahuises, Aramberri, General Terán, Galeana, Bustamante, Lampazos, China e Hidalgo.
Este panorama evidencia la expansión del delito más allá del área metropolitana, alcanzando también a municipios rurales y con menor densidad demográfica, aunque en menor proporción.
La modalidad más frecuente de extorsión registrada fue el chantaje telefónico, donde las víctimas reciben llamadas amenazantes para exigir dinero a cambio de no causarles daño. Las autoridades han reiterado la importancia de no ceder ante estas amenazas y reportar cualquier intento a las líneas de emergencia o directamente ante el Ministerio Público.
Especialistas en seguridad han advertido que el incremento de este delito obedece, en parte, al uso de tecnologías como aplicaciones de mensajería y bases de datos ilícitas, lo que ha facilitado a los delincuentes identificar víctimas potenciales. También han señalado la necesidad de fortalecer la estrategia estatal para combatir este tipo de delitos y brindar mayor protección a la ciudadanía.
En respuesta, la Fiscalía de Nuevo León ha anunciado una serie de acciones para frenar el avance de la extorsión, incluyendo campañas de prevención, fortalecimiento de unidades especializadas y colaboración interinstitucional con autoridades federales y municipales.
La evolución de este fenómeno será clave en los próximos meses, sobre todo en un año preelectoral donde la percepción de inseguridad puede influir en las decisiones ciudadanas. El monitoreo constante y la atención prioritaria por parte de las autoridades será fundamental para revertir esta tendencia.