La nueva instancia impone medidas inmediatas tras inspecciones en sitios sin autorizaciones ambientales
En un operativo reciente, la División Ambiental de Nuevo León llevó a cabo visitas de inspección en diversos sitios ubicados en los municipios de Guadalupe y Salinas Victoria. Estas acciones tuvieron como objetivo verificar el cumplimiento de las normativas ambientales y detectar posibles infracciones relacionadas con el manejo de residuos y actividades contaminantes. Durante las inspecciones, se constató un patrón común: el manejo inadecuado de residuos sobre suelo natural y a cielo abierto, incluyendo escombro, bolsas plásticas, llantas, ramas, material orgánico proveniente de poda o desmonte, artículos plásticos, entre otros.
Las empresas inspeccionadas realizaban actividades que abarcan desde la compra y venta de materiales reciclables, hasta el almacenamiento de scrap y la gestión de chatarra. Sin embargo, muchas de estas operaciones carecían de las autorizaciones ambientales necesarias para su funcionamiento. Entre los documentos ausentes se encontraban el Resolutivo en materia de Impacto Ambiental, el Registro como Generador de Residuos de Manejo Especial, la autorización para la operación de establecimientos dedicados a la compra y venta de materiales reciclables, y el registro de descargas de aguas residuales. La falta de estos permisos evidencia un incumplimiento grave de las regulaciones establecidas por las autoridades ambientales.
Como respuesta a estas irregularidades, la Secretaría de Medio Ambiente, a través de la Procuraduría Estatal de Medio Ambiente, decidió imponer medidas de seguridad inmediatas. Entre ellas, se ordenó la suspensión temporal total de las actividades en los sitios visitados, debido a las afectaciones ambientales constatadas y las omisiones en el cumplimiento normativo. Asimismo, se requirió a las empresas realizar una limpieza urgente de los predios y de los residuos ubicados en el exterior, además de proceder a la disposición final de los desechos mediante transportistas autorizados. Estas acciones buscan mitigar de forma rápida los daños ocasionados al suelo y evitar mayores impactos ecológicos.
La creación de la División Ambiental responde a una estrategia integral que se enfocará en cinco ejes principales para mejorar la calidad del medio ambiente en la entidad. Entre estos, destacan la protección del aire puro, la conservación de suelos libres de contaminantes, el aseguramiento del agua limpia, la protección animal y la biodiversidad. La división continuará realizando operativos de inspección y vigilancia de manera permanente, con el fin de garantizar el cumplimiento de las normativas ambientales y prevenir hechos que puedan afectar el equilibrio ecológico de la región.
Estas acciones buscan fortalecer la regulación ambiental, sancionar a quienes incumplen las leyes y promover prácticas responsables en actividades que afectan el entorno natural. La vigilancia constante y las medidas de seguridad implementadas pretenden reducir los riesgos de contaminación y preservar los recursos naturales en Nuevo León. La autoridad reafirma su compromiso con la protección del medio ambiente, priorizando la salud pública y la sustentabilidad de la región mediante una gestión efectiva y rigurosa.