La expansión hacia Progreso se realiza con infraestructura, expropiaciones y un decreto que agiliza procesos
El Tren Maya avanzará hacia Progreso, Yucatán, mediante expropiaciones de terrenos y un decreto que prioriza la obra. La fase formal inició en abril de 2025, con la presencia de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en Yucatán, donde se anunció la construcción de infraestructura de carga en dos etapas con un plazo estimado de dos años y medio y la generación de 26,200 empleos directos.
Las obras comprenden la construcción de 70 kilómetros de vías férreas entre Mérida y Progreso. De estos, 40 kilómetros serán nuevos, y 30 serán rehabilitados, según el general Gustavo Ricardo Vallejo Suárez, comandante del Agrupamiento de Ingenieros Felipe Ángeles.
El 4 de agosto, el gobierno federal publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto que clasifica la ampliación del Tren Maya hacia Progreso como “obra asociada a programas prioritarios o proyectos estratégicos”. Esta clasificación permite agilizar contrataciones, asignación de recursos y ejecución sin requerir modificaciones presupuestales posteriores.
El decreto se fundamenta en el Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030, en el Eje Tres, Economía moral y trabajo, cuyo objetivo es expandir la red ferroviaria intermodal y garantizar movilidad eficiente, segura e inclusiva para mercancías, personas y turistas.
Para la expansión, el gobierno federal realizó en julio y agosto 16 expropiaciones en Campeche, Quintana Roo y Yucatán, con una superficie total de 212,152 metros cuadrados y una indemnización de 1,313,395.51 pesos. Entre las expropiaciones más extensas destaca la del ejido Maxcanú, en Yucatán, autorizada el 17 de julio, que abarca 58.29 hectáreas (582,936 metros cuadrados).