La implementación de la identificación digital biométrica genera preocupaciones por vulnerabilidades técnicas y legales
La incorporación de la Clave Única de Registro de Población (CURP) biométrica como herramienta principal de identificación digital en México ha suscitado serias inquietudes entre especialistas en ciberseguridad. La propuesta, que busca centralizar y simplificar el acceso a servicios gubernamentales en línea, enfrenta críticas por las vulnerabilidades existentes en las plataformas digitales y la ausencia de mecanismos legales sólidos que protejan la identidad de los ciudadanos.
Uno de los principales argumentos en contra es la falta de controles efectivos en plataformas oficiales como Llave MX, un sistema diseñado para realizar trámites en línea. Isaac del Bosque Mercado, reconocido experto en seguridad digital, denunció públicamente que este sistema permite que cualquier persona registre el CURP de un tercero sin mayores verificaciones. A través de un experimento videograbado y difundido en redes sociales, demostró cómo es posible manipular la plataforma sin necesidad de contar con verificaciones robustas, poniendo en evidencia una vulnerabilidad grave.
El especialista afirmó que la situación representa un peligro total. “Estas plataformas carecen completamente de medidas de seguridad. Leí todo el paquete de reformas y en ninguna parte se menciona cómo se van a proteger los datos personales”, expresó. La carencia de protocolos adecuados para salvaguardar la información sensible incrementa el riesgo de suplantación y uso indebido.
Del Bosque Mercado advirtió que los riesgos se amplifican ante el avance de tecnologías como la inteligencia artificial, que ya se utilizan para la clonación de identidades mediante técnicas como los deepfakes. La posibilidad de que un delincuente clone la imagen de una persona, tenga acceso a su CURP y a fotografías digitales, abriría la puerta a delitos de suplantación y fraude a gran escala. En ese contexto, el gobierno mexicano no cuenta con las herramientas necesarias para garantizar la protección de esta información tan delicada.
El caso de la presidenta Claudia Sheinbaum fue mencionado como ejemplo de la vulnerabilidad digital. En semanas recientes, circuló un video falso en el que se le atribuía la promoción de un fondo de ahorro fraudulento. Aunque la mandataria desmintió públicamente el contenido en conferencia matutina, la campaña de desinformación continúa en redes sociales, reapareciendo en distintas páginas tras cada intento de eliminarla. La situación refleja la vulnerabilidad y la dificultad de controlar el uso indebido de la imagen de figuras públicas en el entorno digital.
“Si ni la presidenta puede frenar el uso indebido de su imagen, ¿qué podemos esperar los ciudadanos?”, cuestionó Isaac del Bosque Mercado. La declaración evidencia la fragilidad de los mecanismos de protección en la era digital, en un contexto donde las amenazas y las vulnerabilidades aumentan día con día.
Además de los riesgos técnicos, los expertos señalan una omisión preocupante en el marco legal. Ninguna de las reformas recientes contempla mecanismos claros para garantizar la privacidad, la protección de datos personales ni los derechos humanos en el uso de la CURP biométrica. La falta de regulación específica deja a los ciudadanos sin una protección adecuada frente a posibles abusos o filtraciones de información sensible.
El debate sobre la digitalización de la identidad en México se ha intensificado en los últimos meses, a medida que el gobierno avanza en la implementación de estas herramientas tecnológicas. Sin embargo, la comunidad de especialistas urge a las autoridades a establecer protocolos de seguridad sólidos, realizar auditorías independientes y crear garantías legales que aseguren la protección de los derechos de los ciudadanos frente a posibles vulneraciones y delitos digitales.