La prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños de 6 a 12 años alcanza niveles alarmantes, con acciones gubernamentales para su combate
La obesidad y el sobrepeso infantil en México afectan a casi el 37% de los niños de 6 a 12 años, de acuerdo con datos oficiales recientes. La situación es particularmente grave en la Península de Yucatán, donde el índice supera el 50%, convirtiéndose en la región con mayor prevalencia en el país. Esta problemática refleja una tendencia persistente que confirma a México como uno de los países con mayor obesidad infantil a nivel mundial, según informes de la UNICEF.
Durante la conferencia matutina, se presentaron resultados de estudios realizados a casi cuatro millones de niños inscritos en escuelas públicas de primaria entre marzo y julio. Estos datos evidencian la magnitud del problema y la necesidad de implementar políticas públicas efectivas para su abordaje. La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que se extenderá este trabajo a todas las instituciones educativas del país, como parte del plan preventivo de salud denominado “Vida Saludable”. Este programa contempla revisiones médicas integrales, que incluyen controles visuales y dentales, además de recomendaciones nutricionales dirigidas a los padres.
Uno de los aspectos más alarmantes es el consumo excesivo de comida chatarra por parte de los niños mexicanos. Según la UNICEF, las bebidas azucaradas y los alimentos altamente procesados representan aproximadamente el 40% de las calorías que ingieren diariamente. Este patrón alimenticio ha sido señalado como una de las principales causas de la epidemia de obesidad infantil, además de estar vinculado a problemas de diabetes y trastornos autoinmunes. La situación en México refleja una tendencia similar en Estados Unidos, donde también se considera a los alimentos ultraprocesados como un factor clave en la crisis de salud pública.
El gobierno mexicano ha comenzado a tomar medidas para combatir la ingesta de comida chatarra en las escuelas, especialmente desde la pandemia. Desde marzo de este año, quedó totalmente prohibida la venta de estos productos en los planteles educativos. Además, las autoridades iniciaron la toma de peso y medidas a los niños, con el consentimiento de sus familias, para monitorear su estado de salud. Los datos recopilados se integran en un reporte digital que se envía a los padres, con recomendaciones específicas y seguimiento de la evolución de los menores.
El programa también contempla acciones para atender otros problemas de salud visual. La presidenta Claudia Sheinbaum informó que se facilitarán lentes gratuitos a los niños que los necesiten, con el objetivo de mejorar su rendimiento académico y su bienestar general. En esta primera fase de los estudios, la mitad de los niños referidos presentaron peso fuera de rango: mientras que el 13% estaban por debajo del peso saludable, un porcentaje preocupante en sí mismo, la mayoría de los casos correspondían a niños con obesidad.
Un hallazgo importante es que la prevalencia de obesidad y sobrepeso aumenta a medida que los niños avanzan en sus grados escolares. En el ingreso a la primaria, a los 6 años, el 33% de los niños presentan estas condiciones, cifra que se eleva al 46% en sexto grado. Este incremento evidencia la necesidad de fortalecer las acciones preventivas a lo largo de la educación básica para detener esta tendencia y promover estilos de vida más saludables.
A pesar de los esfuerzos, el cumplimiento de las medidas en las escuelas aún presenta desafíos. Datos recientes indican que el 36% de los planteles no ha verificado el cumplimiento de la prohibición de venta de comida chatarra. Además, persisten problemas en algunos centros educativos relacionados con el suministro de agua potable, lo que limita la implementación integral de los programas de salud y bienestar en las instituciones educativas del país.