Erika Rivera, víctima de un accidente hace 15 años, se ha convertido en ejemplo de resiliencia y emprendimiento tras perder a su hija y sufrir una lesión medular.
Erika Rivera, de 42 años, sufrió un accidente automovilístico hace 15 años que cambió radicalmente su vida. La pérdida de su hija de 10 meses y una lesión medular que le impidió caminar la llevaron a tocar fondo, pero actualmente es una mujer independiente y emprendedora que busca motivar a personas con discapacidad.
El incidente ocurrió cuando la joven llevaba a su hija en brazos; la niña fue proyectada durante el impacto y murió en el acto. Rivera sufrió una fractura de columna y lesión medular incompleta que requirió reconstrucción con hueso de cadera, lo que la obligó a usar silla de ruedas.
A pesar de la adversidad, Erika se dedicó a mantener a sus hijos Juan Ángel y Victoria, trabajando en mercados vendiendo ropa y conduciendo aplicaciones. Actualmente, se gana el sustento vendiendo sándwiches en la estación del Metro Exposición, donde también realiza transmisiones en vivo para promover alimentación saludable y habilidades culinarias.
Su experiencia la motivó a afrontar su discapacidad con actitud positiva. “O sea, esta discapacidad la vas a tener de por vida, o te pones las pilas o así vas a estar toda tu vida”, expresó. La madre resaltó que su hija Victoria es su principal motivación para seguir adelante, incluso sin poder caminar.
En su negocio, prepara sándwiches de pan integral con ingredientes frescos como lechuga, aguacate, cebolla morada, pepino, jamón de pavo y queso panela, combinando trabajo y promoción de hábitos saludables.
Rivera busca ser ejemplo de resiliencia y motivación para quienes enfrentan adversidades similares, manteniendo una actitud positiva frente a las dificultades de su condición.