Limitaciones en la elección judicial evidencian fallas estructurales

Redacción
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Foto: Especial

El INE advierte sobre la falta de representación y vigilancia en los procesos judiciales electorales

La elección extraordinaria del Poder Judicial de la Federación evidenció significativas deficiencias en su diseño institucional, en particular por la ausencia de representación de las candidaturas ante los órganos electorales, lo que impidió una vigilancia efectiva del proceso en todos sus niveles. Esto fue señalado por David Alejandro Delgado Arroyo, vocal ejecutivo del Instituto Nacional Electoral (INE) en Michoacán, quien destacó que uno de los principales problemas radica en la estructura misma del sistema.

“Uno de los problemas del diseño estructural de la elección judicial es la falta de representación de las candidaturas ante los órganos ciudadanos que organizan las elecciones, desde el Consejo General del INE hasta las casillas electorales”, explicó Delgado Arroyo. La ausencia de participación de las candidaturas en estos órganos limita la capacidad de vigilancia y control en cada etapa del proceso electoral.

El funcionario también puntualizó que esta situación fue resultado de una decisión deliberada de mantener fuera del proceso a los partidos políticos, con el fin de garantizar la imparcialidad en la elección judicial. Sin embargo, advirtió que esta estrategia conlleva consecuencias negativas en la organización y supervisión del proceso electoral.

“Esta decisión, aunque busca garantizar la imparcialidad, en la práctica se traduce en una carencia organizativa crítica”, afirmó Delgado Arroyo. La falta de representación de las candidaturas en las instancias organizativas impide que los postulantes puedan ejercer una vigilancia efectiva en todos los niveles, lo que compromete la transparencia del proceso.

Asimismo, el vocal del INE en Michoacán señaló que la representación de candidaturas en estos órganos resulta técnicamente inviable debido a la cantidad de postulaciones. La diversidad y volumen de candidaturas hace difícil su integración en los mecanismos tradicionales de vigilancia, además de que podría generar complicaciones financieras.

“Podría generar una operación financiera que escaparía al condicionante de que las candidaturas solo pueden disponer de gastos personales, pero no de financiamiento público ni privado”, advirtió Delgado Arroyo. La incorporación de candidaturas en los órganos de organización electoral, en su forma actual, presenta obstáculos importantes desde el punto de vista técnico y financiero.

El funcionario consideró urgente replantear el modelo institucional de cara a futuras elecciones judiciales. Propuso explorar la creación de comités de evaluación similares a los partidos políticos, tanto a nivel federal como estatal. La idea sería contar con un cuarto comité de evaluación ciudadano, para evitar que toda la supervisión recaiga únicamente en los poderes del Estado.

“Habría que explorar que los comités de evaluación de cada poder, tanto federal como estatal, funcionen bajo un esquema similar al de los partidos, para fortalecer la participación ciudadana”, explicó Delgado Arroyo. La participación de comités ciudadanos en estos procesos podría mejorar la vigilancia y la transparencia en la selección de magistrados y jueces.

El vocal del INE también abordó el papel de la observación electoral, cuya demanda creció de manera inédita durante el proceso, pero sin traducirse en una mayor participación ciudadana. La presencia de un número récord de solicitudes de acreditación de observadores no se reflejó en un incremento significativo en la participación de la ciudadanía en estas elecciones judiciales.

“Es muy probable que esta ausencia de representatividad de candidaturas detonara un registro histórico de solicitudes de acreditación de personas observadoras electorales, sin que esto se tradujera en una mayor participación en las elecciones judiciales”, puntualizó Delgado Arroyo. La presencia de observadores no debe entenderse solo como un mecanismo de control, sino también como una vía para fortalecer la participación social en los procesos.

Finalmente, el funcionario subrayó la necesidad de replantear el rol de la observación electoral en México. La legislación actual debería darle un papel protagonista a esta figura, que en países como Colombia desempeña un rol fundamental para presionar en temas de seguridad y transparencia.

“La legislación debería otorgar un papel más relevante a la observación electoral, que puede ser un actor clave en la mejora de los procesos y en la atención a problemáticas sociales y de seguridad. Pero también es fundamental que esta figura no se vea solo como vigilancia hacia las candidaturas”, concluyó Delgado Arroyo.

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