Liberan a 4 retenidos en conflicto agrario en Alcozauca

Redacción
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Foto: Especial

Vecinos del poblado de Cruz Fandango recuperan su libertad tras seis días de retención en medio de un acuerdo entre comunidades en Guerrero

Los cuatro residentes del poblado de Cruz Fandango que estaban retenidos por habitantes de Cuyuxtlahuac, en el municipio de Alcozauca, fueron liberados después de permanecer seis días en cautiverio. La liberación ocurrió tras una reunión de más de cinco horas realizada en las instalaciones del Ministerio Público de Tlapa, donde las partes lograron llegar a un acuerdo para poner fin a la situación de tensión.

Este incidente se produjo en medio de un conflicto agrario en el municipio de Alcozauca, en la región de La Montaña, que dejó como saldo heridas a dos personas y a cinco individuos retenidos, incluyendo un niño. La tensión entre ambas comunidades se intensificó por una disputa sobre terrenos, lo que llevó a estos hechos de violencia y retenciones.

Fuentes consultadas revelaron que en la mesa de diálogo participaron representantes de ambas comunidades, además de personal de la Comisión de Derechos Humanos del Estado. También estuvieron presentes el alcalde de Alcozauca, Crispín Agustín Morales, la abogada del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan, Fernanda Lorenzo Ortiz, junto con autoridades comunales y representantes de Cruz Fandango. La presencia de estas figuras fue clave para facilitar la negociación y buscar una solución pacífica al conflicto.

Durante la reunión, los representantes de Cruz Fandango acordaron retirar las denuncias penales presentadas contra seis habitantes de Cuyuxtlahuac, relacionadas con el enfrentamiento ocurrido previamente. Este paso fue fundamental para reducir las tensiones y avanzar en la resolución del conflicto. Las comunidades también acordaron que la presencia de la Policía del Estado sería permanente para prevenir la ocurrencia de nuevos hechos de violencia en la zona.

Asimismo, ambas comunidades acordaron que no harán uso de los terrenos en disputa hasta que se celebre una nueva reunión conciliatoria. Este compromiso busca evitar que la tensión vuelva a escalar mientras se trabaja en una solución definitiva a la problemática territorial. La decisión de suspender temporalmente el uso de los terrenos refleja la voluntad de las partes por mantener la calma y priorizar el diálogo.

El acuerdo alcanzado representa un paso importante para la paz social en la región de La Montaña, donde los conflictos agrarios suelen derivar en enfrentamientos violentos y retenciones. La intervención de las autoridades y organizaciones civiles ha sido fundamental para evitar que la situación se agravara aún más. La participación activa de las comunidades en diálogos y acuerdos demuestra su interés por resolver sus diferencias de forma pacífica y dialogada.

Este hecho subraya también la importancia de fortalecer los mecanismos de diálogo y mediación en conflictos agrarios, especialmente en zonas donde las disputas por tierras son recurrentes. La presencia de instancias como la Comisión de Derechos Humanos del Estado y las autoridades locales facilita la construcción de soluciones duraderas y evita que las tensiones escalen a niveles mayores.

Las partes continúan comprometidas en mantener abiertas las vías de comunicación y en buscar una solución definitiva que garantice la convivencia pacífica y la seguridad en la región de La Montaña, donde los conflictos por la tierra siguen siendo un desafío constante para las autoridades y las comunidades.

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