Jueza Mariana Vieyra condena a hermana de Xóchitl Gálvez y libera a Israel Vallarta

Redacción
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Foto: Especial

La magistrada participó en la elección judicial tras aparecer en acordeones distribuidos a ciudadanos; Gálvez denuncia presiones y justicia selectiva

La jueza Mariana Vieyra Valdés, quien participó en la selección judicial de junio y logró un lugar en la esfera penal, ha sido objeto de controversia debido a su participación en la distribución de acordeones entre la ciudadanía. En estos materiales, se incluían imágenes y datos relacionados con su labor, lo que ha generado sospechas sobre posibles influencias externas en su desempeño judicial.

Xóchitl Gálvez, exsenadora y candidata presidencial, ha señalado que la jueza fue puesta a prueba mediante el caso de su hermana, Malinali Gálvez, para posteriormente obtener un puesto en la estructura judicial a través de los acordeones. La excandidata afirmó que la jueza fue utilizada como parte de un mecanismo para favorecer ciertos intereses políticos y judiciales.

Durante una entrevista con Ciro Gómez Leyva, Gálvez declaró que Malinali Gálvez no estaba en la casa de seguridad en la que fue detenida, y que fue torturada para obtener la declaración que llevó a su condena. La política detalló que en el caso de su hermana y en el de Israel Vallarta existen varias similitudes, incluyendo que ambos fueron detenidos en lugares distintos, llevados a casas de seguridad para acreditar la flagrancia, y sometidos a torturas.

Gálvez explicó que ambos casos ocurrieron en la era en la que Genaro García Luna dirigía la Secretaría de Seguridad Pública en México. Además, indicó que tanto su hermana como Vallarta cuentan con defensores públicos y que ambos procesos fueron resueltos por la misma jueza. La situación de su hermana, afirmó, se complicó aún más debido a que fue detenida en un centro comercial en Azcapotzalco a las 8:30 de la mañana.

En relación con las torturas, Gálvez explicó que en el caso de Malinali Gálvez se sometieron a dos protocolos de Estambul, uno por parte de la Fiscalía, entonces la Procuraduría General de la República, y otro por la Comisión de Derechos Humanos. Los resultados fueron positivos a tortura en ambos casos, lo que evidencia la gravedad de las irregularidades en el proceso judicial contra su hermana.

Respecto a Israel Vallarta, la jueza decidió desechar las pruebas obtenidas de forma ilícita, en un fallo que fue considerado un avance en la lucha contra las pruebas ilícitas en el sistema judicial. Sin embargo, en el caso de Malinali Gálvez, la jueza no tomó esa misma decisión y no desechó las pruebas, lo que ha generado suspicacias sobre la imparcialidad del fallo.

Gálvez aclaró que, en su comparación, la diferencia principal radica en que su hermana no enfrenta acusaciones por secuestro, a diferencia de Vallarta. La exsenadora señaló que las acusaciones en su contra están relacionadas con otros delitos y que la sentencia contra su hermana podría estar influida por motivos políticos.

La también exsenadora consideró que la sentencia en contra de su hermana responde, en parte, a sus actividades políticas y denuncias públicas. Gálvez expresó que la afectación a su familiar se ha agravado por su labor en el ámbito público, y que la justicia parece ser selectiva y motivada por intereses externos.

Finalmente, Gálvez cuestionó si hay justicia selectiva o si existió alguna forma de presión o influencia que afectó la resolución judicial. Preguntó si la denuncia de corrupción contra funcionarios o su postura crítica, incluyendo la polémica relacionada con el hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, influyeron en la decisión judicial que condenó a su hermana.

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