La familia perdió todas sus pertenencias en un voraz incendio en Yucatán, sin que las autoridades les hayan brindado apoyo hasta ahora
Un incendio de gran magnitud arrasó con la vivienda de una familia campesina en el municipio de Peto, Yucatán, dejando tras de sí una escena de pérdida total y profunda incertidumbre. La vivienda, construida principalmente con madera y paja, quedó reducida a cenizas en cuestión de minutos, dejando a sus habitantes sin hogar ni pertenencias. La tragedia ha generado una petición urgente de ayuda por parte de los afectados, quienes actualmente enfrentan la difícil tarea de reconstruir sus vidas desde cero.
La familia afectada está integrada por Rubí Guadalupe Chalé Cauich, esposa de un campesino y madre de dos menores, Cristofer de 4 años y Javier de 2. Ella relató que no sabe cómo se originó el fuego, ya que la casa no cuenta con suministro eléctrico y, en ese día, la familia había comido en la vivienda de su suegra. La mujer explicó que, al no haber electricidad, no pudo haber una chispa por un cortocircuito o un aparato eléctrico, por lo que aún desconoce la causa del siniestro. La versión de Chalé Cauich indica que el incendio pudo haberse iniciado en circunstancias desconocidas, agravando la incertidumbre sobre el origen del fuego.
El miércoles, la familia salió de su domicilio al mediodía para visitar a la suegra, y fue en la tarde cuando ocurrió la tragedia. Aproximadamente a las 6:30 de la tarde, un panadero que pasaba por el lugar alertó a la familia de que su vivienda se estaba incendiando. La mujer relató que, al acudir corriendo, se encontró con que el fuego ya había devorado gran parte de la estructura, y debido a la falta de agua en la zona, no pudieron apagar las llamas. La llamada al número de emergencias 9-1-1 fue realizada por la suegra, pero los bomberos tardaron en llegar, llegando cuando el incendio ya había destruido prácticamente toda la vivienda.
La escena fue impactante: la pequeña casa ardía en llamas mientras los vecinos y familiares estaban impotentes ante la magnitud del siniestro.
El resultado fue la pérdida total de las pertenencias de la familia: ropa, utensilios, una cama que les habían regalado y artículos que habían comprado para equipar su hogar. La madre explicó que su familia necesita ayuda para comenzar de nuevo, y acudió al Ayuntamiento de Peto en busca de apoyo, pero no recibió atención ni asistencia. La desesperación crece, ya que ni ella ni su esposo saben a quién acudir para recibir ayuda oficial. La familia hace un llamado a las autoridades competentes y a la comunidad en general, solicitando cualquier tipo de apoyo, ya sea en forma de ropa, utensilios, muebles o recursos económicos.
Rubí Guadalupe Chalé Cauich hizo un enérgico llamado a la solidaridad y a las instituciones, ya que actualmente no tienen recursos para reconstruir su vivienda ni para cubrir sus necesidades básicas. La familia se encuentra en la calle, en la calle 45 entre las calles 8 y 10 de la comunidad de Peto, en una zona cercana al campo. La esperanza de recibir ayuda sigue viva, y las personas interesadas en colaborar pueden hacerlo entregando donaciones en esa ubicación, donde la familia espera recibir apoyo de la comunidad y quienes deseen solidarizarse con su situación.
Por otro lado, en una segunda escena del mismo día, otro incendio afectó a una vivienda en la colonia Fátima, en la calle 45A entre 6 y 8, en la noche del miércoles. En esta ocasión, el fuego destruyó una casa construida con paja en un predio propiedad de Will C., de 45 años de edad. El propietario informó a los bomberos que no se encontraba en su domicilio en ese momento y que unas personas le avisaron que su vivienda se estaba quemando. La rápida movilización de los bomberos de la Secretaría de Seguridad Pública y la policía municipal permitió controlar el siniestro, pero no evitaron la pérdida total de la estructura.
El incendio en la vivienda en la colonia Fátima ocurrió aproximadamente a las 6:30 de la tarde. Los oficiales de policía fueron los primeros en llegar y alertaron a los bomberos, quienes acudieron con la unidad 814. La casa, de aproximadamente nueve por seis metros, ardió en su totalidad, y las causas del incendio aún se desconocen. Los bomberos lograron apagar las llamas después de varios minutos, pero la estructura quedó destruida, dejando al propietario sin su vivienda y sin indicios claros de la causa que originó el siniestro.
Estos sucesos evidencian la vulnerabilidad de las familias que habitan en viviendas precarias en Peto y sus alrededores, especialmente en zonas rurales y colonias populares. La falta de infraestructura y recursos hace que cualquier accidente pueda convertirse en una tragedia de proporciones. La comunidad y las autoridades tienen la responsabilidad de atender estas emergencias y brindar el apoyo necesario para quienes, como la familia de Chalé Cauich, enfrentan la pérdida de su hogar sin haber podido evitarla.