Expertos alertan sobre el impacto del abandono de la lactancia en la salud infantil y la necesidad de políticas públicas efectivas
En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, el doctor Cipriano Rodríguez, director del Hospital Infantil de Torreón, advirtió sobre un preocupante aumento en el abandono de esta práctica fundamental durante los primeros meses de vida. La falta de políticas públicas sólidas, los prejuicios sociales arraigados y las presiones económicas están llevando a muchas madres a renunciar a la lactancia, poniendo en riesgo la salud y el desarrollo de sus hijos.
El especialista destacó que “el mejor alimento para un niño es el proporcionado por su madre”. Con más de 20 años de experiencia en el sector público, afirmó que la leche materna, en cualquier especie, es la que está perfectamente adaptada a las necesidades del recién nacido. La naturaleza ha diseñado esta fuente de nutrición como la más adecuada para garantizar el crecimiento saludable del bebé en sus primeros meses.
Uno de los principales obstáculos que enfrenta la lactancia es la situación económica. Rodríguez explicó que la urgencia por reincorporarse al trabajo, muchas veces en pocas semanas tras el parto, obliga a las madres a discontinuar la lactancia. Esta problemática es especialmente aguda en las zonas urbanas, donde los centros laborales rara vez cuentan con espacios adecuados para la extracción de leche o tiempos de descanso suficientes para las madres que desean amamantar.
“La necesidad de obtener un segundo ingreso para la familia ha llevado a muchas mujeres a dejar de amamantar a sus hijos. Esto impide que los bebés reciban los nutrientes esenciales para su desarrollo temprano”, expresó. La interrupción de la lactancia, además, limita la exposición del niño a los beneficios inmunológicos y de protección que proporciona la leche materna, factores cruciales en la prevención de enfermedades durante la infancia.
Las fórmulas lácteas, aunque comúnmente utilizadas como sustituto, no logran igualar la composición de la leche materna. La leche humana contiene una combinación única de calorías, nutrientes, carbohidratos, lípidos, proteínas, agua y minerales diseñada por la evolución para cubrir todas las necesidades del recién nacido en sus primeros meses. La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses, y su continuación de forma complementaria hasta los dos años o más.
El pudor social y las críticas culturales también constituyen obstáculos para la lactancia. Rodríguez señaló que muchas madres sienten vergüenza de amamantar en público, a pesar de las recomendaciones médicas. “En pleno 2025, la idea de que una mujer amamante en público todavía incomoda a muchas personas, y eso afecta directamente la salud de los bebés”, afirmó.
Este estigma social, sumado a la falta de políticas que protejan los derechos de las madres lactantes, ha debilitado una práctica que la Organización Mundial de la Salud considera un derecho básico del niño. La leche materna, según expertos, no puede ser reemplazada por ninguna fórmula infantil, ya que su composición es única y diseñada para cubrir todas las necesidades nutricionales del bebé en sus primeros meses.
El especialista recordó que la cantidad de calorías, nutrientes, carbohidratos, lípidos, proteínas, agua y minerales que proporciona la leche humana es exactamente lo que requiere el niño en sus primeros meses de vida. Por ello, la promoción de la lactancia es una prioridad de salud pública, y no solo una responsabilidad individual de las madres. La protección efectiva requiere el compromiso del Estado, los sectores de salud y los centros laborales para crear condiciones favorables que faciliten la continuidad de esta práctica.
Desde el Hospital Infantil de Torreón, se impulsa que, incluso en casos de hospitalización o prematuridad, las madres continúen produciendo leche. Se recomienda que sigan extrayendo y llevando su leche al hospital, para que pueda ser administrada a sus hijos, especialmente a los prematuros. En el pasado, se recolectaba leche de las madres en las salas de cuneros, pero ahora se insiste en que la madre produzca su propia leche, incluso en estas circunstancias.
Rodríguez concluyó que garantizar el derecho a la lactancia materna no es solo una responsabilidad individual, sino un deber del Estado y del sector salud. Sin condiciones sociales, educativas y materiales adecuadas, esta práctica seguirá en retroceso. La protección de la lactancia es, en definitiva, una estrategia fundamental para mejorar la salud infantil en México.
Tener una política pública sólida que respalde la lactancia, promover campañas de concientización y eliminar los prejuicios culturales son acciones imprescindibles para revertir esta tendencia y garantizar que todos los niños tengan acceso a los beneficios de la leche materna.