La ejecución del funcionario federal desata una serie de enfrentamientos y bloqueos en la ciudad fronteriza de Tamaulipas
El delegado de la Fiscalía General de la República en Tamaulipas, Ernesto Vázquez Reyna, fue víctima de un ataque armado la tarde de este lunes en Reynosa, en un hecho que ha conmocionado a la región. La agresión ocurrió en el Bulevar Hidalgo, cerca de Plaza Engri, en una zona concurrida de la ciudad fronteriza, durante una persecución que dejó múltiples heridas en el funcionario federal.
Según informes preliminares, Vázquez Reyna fue interceptado por un grupo de hombres armados que lo persiguió a través de varias calles del municipio. Cuando lograron alcanzarlo, los agresores le dispararon en múltiples ocasiones, ocasionando su fallecimiento en el lugar. Posteriormente, incendiaron la camioneta Cadillac Escalade negra en la que viajaba, en un acto que incrementó la tensión en la zona.
El homicidio del delegado de la FGR desencadenó una serie de hechos violentos en diferentes puntos de Reynosa. Se reportaron varias persecuciones, enfrentamientos armados y bloqueos en sectores como Jarachina Norte y Sur, así como en el bulevar Mil Cumbres y el Viaducto Reynosa. La situación de inseguridad se agravó rápidamente, generando alarma entre los residentes y reforzando la presencia de fuerzas de seguridad en toda la ciudad.
Para contener la escalada de violencia, elementos de las corporaciones federales, estatales y municipales acordonaron la zona del crimen. Además, desplegaron operativos en diferentes puntos de Reynosa para prevenir nuevos ataques y restablecer el orden en medio de un clima de incertidumbre. Hasta el momento, ni la Fiscalía General de la República ni el gobierno estatal han emitido declaraciones oficiales sobre el móvil del ataque o sobre las investigaciones en curso.
Este asesinato se produce en un contexto de creciente violencia en la región fronteriza, donde la lucha entre grupos criminales ha escalado en los últimos meses. La muerte de una figura de alto nivel en la procuración de justicia representa un golpe severo para las labores de seguridad y combate al crimen organizado en Tamaulipas. La comunidad y las autoridades enfrentan ahora la difícil tarea de esclarecer los hechos y garantizar la protección de los funcionarios públicos que trabajan en la región.
El hecho también pone en evidencia la vulnerabilidad de las instituciones en una zona marcada por la violencia persistente. La falta de avances en la lucha contra el crimen organizado y la impunidad parecen alimentar este clima de inseguridad que, en las últimas semanas, ha cobrado múltiples vidas y ha alterado la paz social en Reynosa y sus alrededores. La situación requiere una respuesta coordinada y contundente para restablecer la estabilidad y preservar la integridad de los servidores públicos.