La fundadora del Instituto Nacional de Yoga comparte cómo esta disciplina milenaria ayuda a equilibrar cuerpo, mente y alma.
Ana Paula Domínguez ha dedicado gran parte de su vida al estudio y práctica del yoga, una disciplina que le ha permitido alcanzar un equilibrio en cuerpo, mente y espíritu. Esta experiencia la ha llevado a aprender a superar los obstáculos que ha enfrentado en su recorrido vital y a valorar los beneficios que recibe en su rutina diaria. La práctica del yoga ha sido una fuente constante de crecimiento personal para ella, permitiéndole encontrar serenidad y gratitud en su día a día.
A lo largo de sus 22 años de experiencia, Ana Paula ha ido más allá de los efectos del yoga en el equilibrio emocional, ya que desde hace más de dos décadas ha trabajado en compartir sus beneficios con otras personas. Como fundadora y directora del Instituto Nacional de Yoga, ha promovido el Encuentro Nacional de Yoga, un evento que busca consolidar la comunidad y difundir los principios de esta disciplina proveniente de la India.
¿Por qué el yoga es considerado un estilo de vida que transforma la mente y el cuerpo? Ana Paula explica que esta práctica no solo ayuda a mantener la armonía interna, sino que también influye en la forma en que las personas se relacionan consigo mismas y con su entorno. La especialista amplía su visión sobre el tema y detalla cómo el yoga puede cambiar vidas.
En el hotel Hilton, Ana Paula se desplaza entre diferentes salas donde se imparten diversos estilos de yoga. Aunque todos los caminos, como dice el dicho, llevan a Roma, ella se detiene a observar el mercado donde se ofrecen productos como miel, suplementos alimenticios, vestidos y joyas. Posteriormente, se dirige al área donde los asistentes disfrutan del coffee break, intercambian opiniones y descansan antes de continuar con las actividades del día en el Encuentro Nacional de Yoga.
En ese momento, Ana Paula también aprovecha para tomar un receso, servirse un café y conversar con quien escribe estas líneas. Se acomoda en un tapete, coloca un cojín y comienza a explicar qué es el yoga. Para ella, el yoga es una práctica que involucra los diferentes aspectos del ser humano con la finalidad de conocer, primero, y posteriormente equilibrar cada uno de ellos. Estos aspectos incluyen nuestros sentidos, la conciencia, las emociones, el cuerpo físico y, sobre todo, la mente, que suele estar como “la loca de la casa”.
La idea es aprender a aquietarla mediante la práctica constante.
“Es una práctica que busca conocer y equilibrar los aspectos del ser humano, como los sentidos, la conciencia, las emociones, el cuerpo físico y, principalmente, la mente, que siempre está como la loca de la casa; entonces, la intención es cómo podemos aquietarla”, comenta Ana Paula. Además, agrega que, sin importar si se empieza por la meditación o por las posturas físicas, el objetivo final es encontrar un espacio de armonía y equilibrio interior mediante el yoga.
Mientras continúa la entrevista con MILENIO, Ana Paula mantiene una actitud atenta a la satisfacción de sus convocados, quienes participan en el evento organizado por el Instituto Nacional de Yoga. Desde hace años, ella ha promovido la creación de una comunidad de personas que adoptan el yoga como modo de vida, basándose en principios que guían su relación con otros, consigo misma y con las prácticas cotidianas.
“Sí, completamente, el yoga es un estilo de vida porque incorpora ciertos principios que se adoptan en la vida diaria, relacionados con cómo nos relacionamos con los demás, con nosotros mismos y con las prácticas que realizamos día a día”, explica Ana Paula. Sin embargo, aclara que muchas personas tienen una concepción errónea acerca de la disciplina. En ese sentido, advierte que no basta con sentarse en un tapete dos veces por semana para considerarse practicantes de yoga.
“Y no, porque cuando profundizas en la disciplina, empiezas a valorar ciertos valores relacionados con quién te estás relacionando, qué estás comiendo o dejando de comer, cómo mantener tu cuerpo sano y flexible, y, sobre todo, cómo aquietar el ruido mental mediante la meditación”, precisa. La experta enfatiza que el yoga implica un compromiso integral con uno mismo y con la disciplina.
¿Quién puede practicar yoga? La respuesta es sencilla: cualquier persona, sin importar edad o condición física. En el área del coffee break, ingresan mujeres, hombres, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad, todos con acceso igualitario a la práctica. La inclusividad del yoga es uno de sus mayores beneficios, ya que sus efectos positivos alcanzan a todos.
“El yoga es para todos porque mientras estés respirando, tienes la posibilidad de practicarlo, incluso si tienes alguna discapacidad severa, como paraplejía, porque a través de la respiración puedes cambiar tu estado de ánimo y mental”, afirma Ana Paula. La respiración se convierte en un instrumento clave incluso en los casos en que el movimiento físico sea limitado, permitiendo experimentar mejoras en el bienestar emocional y mental.
En cuanto a los estilos de yoga, la especialista recomienda explorar diferentes opciones para encontrar la que mejor se adapte a cada persona. Ella sugiere comenzar con prácticas restaurativas o terapéuticas, especialmente para quienes se inician en la disciplina. “Si llegas a una clase muy intensa, como Vinyasa Yoga, que implica mover de una postura a otra rápidamente, puedes lesionarte, sentirte estresado o incómodo, y eso no es recomendable”, advierte Ana Paula. La clave está en comenzar con posturas sencillas y en aprender a conectar con la respiración, lo cual genera una sensación inmediata de bienestar y motivación para seguir practicando.
Para ella, la disciplina es fundamental. “Si aprendes a hacer el saludo al sol y repites esa secuencia en casa todos los días, cinco veces, sincronizando movimientos con la respiración, mejorarás tu flexibilidad y concentración. Pero lo importante es hacerlo bien y mantener la constancia”, destaca. La regularidad en la práctica es lo que realmente genera cambios duraderos en el cuerpo y la mente.
Al hablar sobre los diferentes estilos de yoga, Ana Paula explica que todos buscan el mismo objetivo: lograr el equilibrio y el bienestar. “Existen estilos más físicos, acrobáticos, y otros más meditativos, relacionados con el manejo energético, como el Kundalini Yoga, que será el tipo que enseñaré en el Encuentro Nacional de Yoga. Aunque trabajamos con el cuerpo, el énfasis está en aquietar el sistema nervioso y equilibrar la energía, que aunque no se ve, está presente”, explica. Según la experta, otros estilos, como el Hatha Yoga, se centran en fortalecer la fuerza física, mientras que el Iyengar utiliza accesorios como cinturones, bloques o cobijas para facilitar las posturas.
También menciona el Bikram Yoga, que se realiza en ambientes calurosos y con altas temperaturas.
Ana Paula reafirma que, independientemente del estilo elegido, todos llevan al mismo fin último: alcanzar el equilibrio y la armonía a través del yoga. “Todos los caminos conducen a Roma, y cada estilo busca facilitar ese equilibrio, aunque por diferentes métodos”, concluye.
En cuanto a la vestimenta adecuada para practicar yoga, Ana Paula indica que no existe un uniforme obligatorio. En las clases del hotel Hilton, la mayoría de los asistentes usan leggins, pants o pantalones holgados, junto con camisetas o tops. Ella señala que lo importante es la comodidad y la disposición para practicar, no el color o el tipo de ropa.
“Cada quien puede practicar con lo que prefiera, incluso en pijama en casa, porque lo relevante es que se practique. Los leggins en blanco, azul o negro están bien; no hay un dress code específico”, comenta. Aunque en algunas tradiciones, como en el Kundalini Yoga, se recomienda vestirse de blanco para mayor pureza y purificación, Ana Paula recomienda que, en general, lo importante es vestirse de manera cómoda y práctica para facilitar la práctica.
A las 12:45 p.m., en el programa del Encuentro, está programada la clase de Kundalini Yoga con Ana Paula Domínguez, por lo que se despide para dirigirse al salón correspondiente. La puntualidad es esencial en este evento, que reúne a unas 800 personas en su primer día. Antes de comenzar, Ana Paula comparte algunas recomendaciones para incorporar en la rutina diaria y potenciar los beneficios del yoga.
“Les sugeriría que, antes de levantarse, hagan un espacio en la mañana para poner una intención en su día. Sentados en la cama, respirando, pueden ser conscientes de su estado emocional, si están en positivo o negativo. Recordar las cosas buenas del día anterior y agradecer lo que tienen en la vida es fundamental en el yoga. También es útil establecer relaciones positivas que nutran el día a día”, aconseja Ana Paula.
Además, recomienda apagar el teléfono al menos media hora antes de dormir, leer, escuchar música relajante y reflexionar sobre los aspectos positivos del día. La constancia en estas pequeñas prácticas puede transformar la vida de quienes las incorporen.
¿Quién puede practicar yoga? La respuesta es que todos pueden hacerlo. Ana Paula comparte que, para quienes desean comenzar, es recomendable consultar un directorio de escuelas confiables, como el del Instituto Mexicano de Yoga, en yoga.mx. Ella aconseja conversar con el instructor, quien debe