El presidente de Estados Unidos acusa a Erika McEntarfer de manipular cifras y ordena su despido por supuesta parcialidad
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha ordenado la destitución de Erika McEntarfer, quien ejercía como jefa de la Oficina de Estadísticas Laborales (Bureau of Labor Statistics, BLS), tras la publicación del informe sobre la tasa de desempleo en el país. La decisión se produjo en un contexto de controversia por la interpretación y percepción de la veracidad de los datos oficiales relacionados con el mercado laboral estadounidense.
La polémica estalló cuando Trump utilizó su cuenta en Truth Social para rechazar públicamente el informe. En su publicación, acusó a McEntarfer de manipular las cifras con el propósito de perjudicar su imagen política y electoral. Según el mandatario, la funcionaria fue designada por el gobierno del presidente Joe Biden y, supuestamente, alteró los datos en un intento de favorecer a la entonces vicepresidenta Kamala Harris.
En su mensaje, Trump afirmó: “Me acaban de informar que las cifras de empleo de nuestro país están siendo elaboradas por una persona designada por Biden, la doctora Erika McEntarfer, comisionada de Estadísticas Laborales, quien falsificó las cifras de empleo antes de las elecciones para intentar aumentar las posibilidades de victoria de Kamala Harris. Esta es la misma oficina que exageró el crecimiento de empleo en marzo de 2024 en aproximadamente 818 mil y, de nuevo, justo antes de las elecciones presidenciales de 2024, en agosto y septiembre, en 112 mil”. Estas declaraciones reflejan la percepción del expresidente sobre una supuesta manipulación de datos para favorecer a su oponente político.
El informe de desempleo, publicado oficialmente por la Oficina de Estadísticas Laborales, reveló cifras que, según Trump, no se ajustan a la realidad y que, en su opinión, están sesgadas. La crítica del exmandatario se suma a una serie de acusaciones que ha realizado desde que dejó la Casa Blanca, en un intento por desacreditar las instituciones encargadas de presentar datos económicos oficiales.
La destitución de Erika McEntarfer fue formalizada en las horas siguientes a la publicación del informe y, en un comunicado, el gobierno estadounidense confirmó la remoción de la funcionaria. La decisión fue justificada por la administración como parte de un proceso de revisión interna, aunque las declaraciones de Trump apuntan a un contexto de confrontación política y desconfianza en los datos oficiales.
El caso ha generado un intenso debate en Estados Unidos respecto a la integridad de las estadísticas oficiales y la influencia de la política en la presentación de cifras económicas. Expertos en economía y estadística han señalado la importancia de mantener la independencia de las agencias encargadas de recopilar y divulgar estos datos para garantizar su credibilidad y utilidad en la toma de decisiones públicas y privadas.
Por su parte, Erika McEntarfer no ha emitido declaraciones públicas desde su destitución. Se espera que la Oficina de Estadísticas Laborales continúe operando bajo nuevos lineamientos y que se realicen investigaciones internas para esclarecer las acusaciones de manipulación y transparencia en la elaboración de los informes futuros.
Este incidente refleja la tensión política y la polarización que marcan actualmente el escenario estadounidense, donde las cifras oficiales de empleo se convierten en un elemento central en la confrontación entre diferentes actores políticos. La comunidad internacional sigue de cerca estos acontecimientos, que tienen implicaciones directas en la percepción de la economía estadounidense y su estabilidad.