La agresión ocurrió en Fort Stewart; las autoridades colaboran en la investigación y cerraron escuelas cercanas
Un incidente de violencia armada ocurrido este miércoles en la base militar estadounidense de Fort Stewart, ubicada en Georgia, dejó como saldo al menos cinco personas hospitalizadas. La situación generó alarma en la comunidad local, que rápidamente fue atendida por las autoridades para contener los posibles riesgos y garantizar la seguridad de los residentes cercanos.
El presunto responsable del ataque fue detenido en el lugar de los hechos. Posteriormente, fue identificado como el Sargento del Ejército Quornelius Radford. Hasta el momento, no se han divulgado detalles adicionales sobre su motivación ni sobre las circunstancias específicas del incidente. La rápida respuesta de las fuerzas del orden evitó que la situación se agravara, y se inició una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos.
Como medida de precaución, las autoridades militares y civiles decidieron cerrar las escuelas cercanas a la base. Esta decisión se tomó con el fin de resguardar a los estudiantes y personal educativo ante cualquier riesgo adicional derivado del incidente. Las instituciones educativas permanecen cerradas hasta nuevo aviso, mientras continúan las labores de investigación y seguridad en la zona.
El FBI informó que las autoridades federales están colaborando estrechamente con los investigadores militares para esclarecer las causas del tiroteo y determinar si existen vínculos con otras amenazas o delitos relacionados. La cooperación entre diferentes instancias de seguridad busca garantizar una respuesta efectiva y prevenir futuros incidentes similares en la región.
El gobernador de Georgia, Brian Kemp, expresó su pesar por la tragedia a través de su cuenta en X (antes Twitter). En su mensaje, afirmó que comparte la tristeza de la comunidad por lo ocurrido en Fort Stewart y aseguró que mantiene un contacto cercano con las fuerzas del orden y las autoridades militares para coordinar las acciones necesarias en la investigación y atención a las víctimas.
Este incidente se suma a una serie de eventos violentos que han ocurrido en instalaciones militares en Estados Unidos en recientes meses. Aunque las autoridades todavía no han brindado una versión definitiva sobre las motivaciones del atacante, se espera que las investigaciones permitan esclarecer los detalles y prevenir posibles repeticiones en el futuro.
La comunidad local y las familias afectadas continúan en estado de shock ante lo sucedido. Las autoridades han reiterado su compromiso de mantener la seguridad en las bases militares y de actuar con rapidez ante cualquier situación que represente una amenaza para la población. La seguridad en las instalaciones militares sigue siendo una prioridad máxima para las fuerzas del orden y el gobierno federal.
