Semana Mundial de la Lactancia Materna 2025: importancia y retos

Redacción
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Reflexión y acción en la celebración global de la lactancia materna

La Semana Mundial de la Lactancia Materna 2025 ya se ha iniciado, y más que una simple conmemoración, representa un llamado urgente a reflexionar y promover acciones concretas. Este evento global, impulsado por la Organización Mundial de la Salud, UNICEF y diversos aliados internacionales, tiene como finalidad aumentar la visibilidad de la lactancia materna como una práctica esencial para la salud infantil, el bienestar de las madres y el desarrollo de sociedades más justas y saludables.

Si actualmente estás amamantando a tu hijo o hija, o si simplemente te interesa este tema, te compartimos toda la información relevante sobre la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2025. Desde sus antecedentes y fechas de celebración hasta los obstáculos que aún deben superarse, aquí encontrarás una visión completa para comprender su significado y alcance.

La Semana Mundial de la Lactancia Materna se celebra desde 1992, específicamente del 1 al 7 de agosto, establecida originalmente por la Alianza Mundial pro Lactancia Materna en colaboración con la OMS y UNICEF, en respuesta a la Declaración de Innocenti de 1990. La finalidad principal de esta campaña es promover y proteger la lactancia materna como un componente clave de la salud pública, reconociendo su impacto en la reducción de enfermedades y en la promoción del desarrollo infantil.

A lo largo de los años, esta iniciativa ha evolucionado en su alcance y enfoque. Desde 2016, se ha alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, abordando temas relacionados con los sistemas de salud, el trabajo y la ecología. Además, en 2018, la Asamblea Mundial de la Salud reafirmó la importancia de esta campaña como una estrategia esencial para la promoción de la salud a nivel global, reforzando su papel en la agenda internacional.

Este año, el lema oficial de la campaña es: “Invertir en la lactancia materna, invertir en el futuro”. Bajo la temática “Comienzos saludables, futuros esperanzadores”, se busca destacar la necesidad de brindar un apoyo continuo a las madres y a los bebés durante toda su etapa de lactancia. La campaña enfatiza que dicho apoyo debe ser constante y suficiente, incluyendo desde asesoría profesional hasta condiciones adecuadas en hogares, centros de trabajo y hospitales, para que las madres puedan amamantar en un entorno digno y sin obstáculos.

El apoyo integral en este proceso no solo se centra en aspectos de salud, sino que también tiene un componente económico. Los organismos internacionales señalan que fomentar la lactancia materna es una decisión inteligente desde el punto de vista financiero, ya que reduce costos en salud pública y contribuye a un desarrollo sostenible más equitativo. La inversión en estos apoyos puede marcar una diferencia significativa en la salud de las generaciones futuras y en la economía de los países.

La leche materna es mucho más que un alimento. Es una fuente segura y limpia, enriquecida con anticuerpos que protegen a los bebés de enfermedades frecuentes como diarrea, neumonía e infecciones. Durante los primeros seis meses, la lactancia exclusiva satisface todas las necesidades nutricionales del bebé, y en el segundo año de vida, continúa aportando una parte importante de los nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo.

Los beneficios de la lactancia materna también se reflejan en la salud futura de los niños. Estudios indican que los bebés amamantados tienen mejores resultados en pruebas cognitivas, menor riesgo de obesidad y una probabilidad reducida de desarrollar enfermedades como la diabetes tipo 2. Para las madres, la lactancia ofrece ventajas como un menor riesgo de cáncer de mama y ovario, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, consolidando su importancia tanto en aspectos de salud como en bienestar social.

Una de las acciones más relevantes para promover la lactancia es que toda la comunidad entienda que no debe ser una responsabilidad exclusiva de las madres. Es fundamental que las familias, empleadores y la sociedad en general reconozcan que el apoyo en estos momentos requiere participación activa de todos. Algunas medidas clave incluyen la creación de espacios seguros y privados para amamantar en centros de trabajo y escuelas, así como ofrecer horarios flexibles que faciliten la lactancia en el entorno laboral.

Además, es importante informar a las futuras madres desde el embarazo acerca de los beneficios y las técnicas de lactancia, fomentando la participación de padres, parejas y familiares en el cuidado del bebé. La existencia de políticas públicas que garanticen el derecho a amamantar en cualquier lugar también resulta indispensable para normalizar esta práctica y eliminar obstáculos sociales y culturales.

Invertir en la promoción y apoyo a la lactancia materna tiene un impacto social y económico positivo. Según la OMS y UNICEF, esta inversión no solo mejora la salud de madres e hijos, sino que también constituye una estrategia costo-efectiva para los gobiernos. Aumentar las tasas de lactancia exclusiva puede reducir los gastos en salud pública, potenciar el desarrollo cognitivo y fortalecer la economía de los países.

Aunque todavía menos de la mitad de los bebés menores de seis meses reciben lactancia materna exclusiva, se han registrado avances en la última década. Se estima que las tasas globales han aumentado cerca de 10 %, y algunos países reportan incrementos de hasta el 20 %, reflejando un proceso de cambio social y cultural en favor de esta práctica saludable.

La Semana Mundial de la Lactancia Materna 2025 representa una oportunidad para actuar y sumar esfuerzos. Nos recuerda que todos podemos contribuir al cambio, informándonos, apoyando a las madres lactantes en nuestro entorno y promoviendo políticas públicas que faciliten este proceso. La inversión en la lactancia materna es una apuesta por un futuro más saludable y equitativo para las nuevas generaciones.

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