La inflación en alimentos y la incertidumbre por aranceles aumentan la ansiedad financiera en Estados Unidos
Cerca del 90% de los adultos en Estados Unidos manifiestan estar estresados por el aumento en el costo de los comestibles, según una reciente encuesta publicada este lunes. Los precios de alimentos como el pollo, la carne molida y los huevos han registrado incrementos significativos en los últimos meses, alimentando la preocupación generalizada en la población.
De acuerdo con el Centro de Investigación de Asuntos Públicos de AP-NORC, el 53% de los encuestados considera los precios de los alimentos como una fuente importante de estrés, mientras que otro 33% los percibe como una causa menor de ansiedad. La encuesta revela que, en comparación con otras preocupaciones económicas, más personas están preocupadas por los costos de los alimentos, aunque también expresan inquietud por sus salarios, la vivienda, el ahorro, la deuda de tarjetas de crédito y la atención médica.
El Índice de Precios al Consumidor indica que la inflación en alimentos ha sido del 3% en los últimos 12 meses, con un aumento del 2.4% en los precios de los comestibles y un 3.8% en el costo de comer fuera. La inflación alimentaria supera la tasa general de inflación, que se sitúa en 2.7%, lo que evidencia una tendencia de aumento sostenido en el precio de los alimentos.
Entre las categorías alimenticias, las carnes, aves, pescados y huevos han experimentado un incremento del 5.6% en sus precios desde junio de 2024 hasta junio de 2025. Particularmente, los huevos aumentaron un 27.3%, mientras que la pechuga de pollo subió en promedio 81 centavos por libra, y la carne molida 67 centavos por libra. Los productos lácteos, cereales y productos de panadería también registraron incrementos, en algunos casos superiores al 0.9%.
El aumento en el costo de los alimentos responde en parte a las políticas arancelarias del gobierno de Donald Trump, que han incrementado los precios de importación. El análisis del Yale Budget Lab estima que los aranceles podrían elevar los precios de los alimentos en un 3% adicional, afectando especialmente productos importados como bananas, vino, queso y cerveza. Los productos frescos podrían experimentar aumentos cercanos al 7% inicialmente, estabilizándose en torno al 3.6%.
El país importó en 2024 cerca de 221 mil millones de dólares en productos alimenticios, de los cuales el 62% provino de México, Canadá, la Unión Europea, Brasil y China. La Administración del expresidente Donald Trump ha establecido aranceles adicionales para estos países, incluyendo un aumento al 35% en los productos canadienses no cubiertos por el acuerdo T-MEC, y amenazas de imponer un arancel del 50% a Brasil. Asimismo, mantiene un arancel del 55% sobre las importaciones chinas, en un contexto de tensiones comerciales y políticas proteccionistas.
Mientras tanto, la inflación en alimentos ha sido significativa en años recientes. En 2022, el aumento fue del 10.4%, y en 2021, del 6.3%. Sin embargo, los incrementos actuales, aunque elevados, se mantienen en línea con los registrados en 2023 y 2024, que rondan el 2.7% y 2.5%, respectivamente.
La preocupación por los costos de la vivienda, la cantidad de dinero ahorrado y el salario también son relevantes, con un 47%, 43% y 43% de los encuestados, respectivamente, considerándolos fuentes importantes de estrés. La atención médica completa el cuadro de inquietudes económicas que enfrentan los estadounidenses en un contexto de inflación persistente y políticas arancelarias que podrían encarecer aún más los alimentos.
Este panorama refleja un aumento sostenido en la presión económica sobre la población estadounidense, con los precios de los alimentos en particular marcando un impacto directo en el presupuesto familiar y en la calidad de vida de millones de personas.