El hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador asegura que sus viajes y estancia en Vidanta Riviera Maya son derechos personales y gastos propios
José Ramón López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, fue visto disfrutando de vacaciones en el resort cinco estrellas Vidanta Riviera Maya, propiedad del empresario Daniel Chávez, considerado beneficiado con concesiones federales durante el sexenio pasado. Las imágenes muestran a López Beltrán acompañado de su esposa, Carolyn Adams, en albercas, bajo el sol y con servicios de lujo.
El empresario Daniel Chávez, amigo del expresidente, salió a defenderse tras las críticas, justificando los gastos del hijo del exmandatario. Chávez también fue quien enfrentó públicamente el caso de la Casa Gris en Texas, propiedad de la familia López Beltrán y supuestamente rentada a la empresa Baker Hugues, contratista de Petróleos Mexicanos.
En sus redes sociales, López Beltrán aclaró que, como cualquier ciudadano, tiene derecho al descanso y a la vida privada, pese a su pertenencia familiar. Además, negó que sus vacaciones en Japón hayan sido lujosas, afirmando que pagó 7,500 pesos por noche con desayuno incluido, y que no ocupa cargos públicos ni maneja recursos del gobierno.
El hijo del exmandatario también afirmó que sus viajes corresponden a proyectos y causas personales, sin necesidad de reflectores ni aprobación mediática. Durante su viaje a Tokio, difundió una carta en la que calificó las críticas como un linchamiento político, argumentando que su viaje fue pagado con recursos propios tras jornadas de trabajo.
Estas circunstancias se suman a la polémica por las percepciones y gastos asociados a la familia López Obrador durante el ejercicio del poder, en un contexto de debates sobre transparencia y austeridad.