Tras su liberación, el exreo advierte a expolicías en la Guardia Nacional que no se irá del país y denuncia posibles amedrentamientos
Israel Vallarta fue liberado este viernes 1 de agosto tras casi 20 años en prisión, sin haber recibido una sentencia definitiva. La acusación en su contra señalaba su presunta participación en la organización criminal conocida como “Los Zodiaco”. Su caso capturó la atención nacional, no solo por la prolongada privación de libertad sino también por las irregularidades que se denunciaron durante su proceso judicial.
En una entrevista concedida a Elisa Alanís para Milenio, Vallarta, de 55 años de edad, dirigió un mensaje contundente a los expolicías que, según afirmó, participaron en el montaje que llevó a su detención. Afirmó que, pese a las amenazas y los incidentes recientes, no tiene intención de abandonar el país. La declaración cobra relevancia en medio de la tensión generada por su salida del penal y las presencias de exfuncionarios policiales en su entorno.
Vallarta relató que, tras su liberación, varios ex policías involucrados en su caso, actualmente integrados a la Guardia Nacional, acudieron al Penal del Altiplano en una acción que calificó como posible intento de amedrentamiento. Dijo haber visto a dos o tres individuos, vestidos de civil, que se acercaron a él en un acto que interpretó como una intimidación.
“Para ustedes que me fueron a buscar afuera del penal: no me voy a ir del país. Por supuesto que soy humano, que tengo familia, que me duelen golpes y balazos. Pero, ¿qué creen? Son más cobardes ustedes, porque siguen siendo policías y dicen que protegen a los mexicanos, mientras que en realidad son los primeros en matar, robar y secuestrar”, expresó Vallarta en un mensaje directo y firme.
El exreo también fue cuestionado sobre si procederá legalmente contra quienes, afirmó, intentaron intimidarlo. Respondió que analizará la situación con su familia y que evaluará las acciones a seguir, considerando las circunstancias y el nivel de la posible agresión. Aseguró que tomará las medidas que correspondan, aunque aún no ha definido los pasos concretos.
Asimismo, Vallarta denunció que, en estos tiempos, todavía existen influencias y “fuerzas oscuras” que intentan manipular o entorpecer su caso. La presencia de esas supuestas injerencias refuerza su percepción de que aún hay intereses ocultos que buscan mantenerlo en una situación de vulnerabilidad o de persecución, pese a su liberación.
En otro aspecto de su comunicación, dirigió un mensaje a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, en quien expresó su confianza. Sin detallar en qué aspectos confía específicamente, Vallarta dejó claro que mantiene una postura de respeto y esperanza en las instituciones y en la autoridad competente para esclarecer su situación.
La situación de Israel Vallarta continúa siendo un tema de interés nacional, no solo por la relevancia jurídica y judicial de su caso, sino también por las implicaciones sobre la corrupción y las irregularidades en los procesos policiales y judiciales en México. La denuncia de posibles intimidaciones y la advertencia de que no se irá del país reflejan un escenario de tensión que aún debe ser abordado con seriedad por las autoridades correspondientes.
En medio de estos hechos, la atención se centra en la necesidad de garantizar la seguridad y la justicia para quienes se han visto involucrados en casos similares y en la importancia de transparentar los procedimientos para fortalecer la confianza en las instituciones públicas.