Israel aprueba plan militar de Netanyahu para ocupar Gaza

Redacción
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Foto: Especial

El gabinete de Seguridad autoriza la toma de la Ciudad de Gaza, mientras la crisis humanitaria se agudiza en el enclave palestino.

El gabinete de Seguridad del Gobierno de Israel dio luz verde en la madrugada de este viernes a un plan militar propuesto por el primer ministro Benjamín Netanyahu para ocupar la Ciudad de Gaza, en el norte del enclave. La decisión busca preparar a las Fuerzas de Defensa de Israel para la toma del territorio, garantizando al mismo tiempo la provisión de ayuda humanitaria a la población civil fuera de las zonas de combate.

Previamente, Netanyahu confirmó su intención de establecer un control total sobre Gaza en medio de una crisis humanitaria que ha cobrado la vida de 96 menores. La situación en el enclave continúa deteriorándose, caracterizada por una grave desnutrición infantil, con casos como el de Roua Mashi, una niña de dos años y medio que falleció por desnutrición en una tienda de campaña. La Organización Mundial de la Salud reportó en julio casi 12,000 menores de cinco años con desnutrición aguda, cifra que representa el nivel mensual más alto registrado.

La crisis se ha agravado tras meses de restricciones israelíes que limitaron el ingreso de ayuda humanitaria. Aunque se firmaron compromisos con la Unión Europea para facilitar el acceso, un documento consultado por Reuters indica que Israel no cumplió con estos acuerdos. Entre el 29 de julio y el 4 de agosto, la ONU registró la descarga de 493 camiones en Gaza, menos de la cantidad mínima requerida para atender la crisis. Israel negó que su bloqueo fuera responsable de la hambruna, responsabilizando a Hamás por desviar suministros.

Desde el 27 de mayo, al menos 51 personas han muerto intentando acceder a puntos de distribución de ayuda, elevando el total de fallecimientos en esas circunstancias a 1,706.

En una entrevista con Fox News, Netanyahu expresó la intención de tomar el control de toda Gaza, aclarando que no planea administrar directamente el territorio. Propuso establecer un “perímetro de seguridad” y transferir la gestión a un “gobierno civil” o a “fuerzas árabes”, sin especificar quién asumiría esa responsabilidad. El mandatario afirmó que su objetivo es “asegurar la seguridad” de Israel y “liberar a la población gazatí”. La propuesta enfrenta resistencia interna, especialmente del Estado Mayor israelí, cuyo jefe, Eyal Zamir, se opuso a la ocupación total por el riesgo que representa para los rehenes israelíes en Gaza.

Netanyahu sostuvo que las Fuerzas Armadas deben acatar las decisiones del gobierno o abandonar sus cargos. El ministro de Defensa, Israel Katz, afirmó que la cúpula militar ejecutará las directrices políticas.

La oposición en Israel también rechazó el plan. Yair Lapid, líder del bloque opositor, advirtió que la propuesta podría implicar a Israel en la responsabilidad de gestionar los servicios básicos para dos millones de palestinos, incluyendo electricidad, agua, salud y educación. Propuso que países árabes, como Egipto, asuman la administración de Gaza. A nivel internacional, el subsecretario general de la ONU para Asuntos Políticos, Miroslav Jenca, alertó que una ocupación total sería motivo de “profunda alarma” y pondría en riesgo a civiles y rehenes.

Organizaciones como Human Rights Watch pidieron suspender las ventas de armamento a Israel, por denuncias de ataques contra escuelas utilizadas como refugio en Gaza.

El contexto se enmarca en una ofensiva militar israelí que, en las últimas 24 horas, dejó al menos 98 fallecidos en Gaza, elevando a 61,258 el total de muertes desde el inicio del conflicto el 7 de octubre de 2023. La postura de Netanyahu coincide con sectores de extrema derecha y grupos ultraortodoxos que promueven la expansión del “Gran Israel”, incluyendo Cisjordania y Gaza. El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, afirmó que el concepto de “reparar la expulsión” y el reasentamiento judío en Gaza sería “aún más viable” en ese territorio.

La disputa por Gaza trasciende lo militar y tiene implicaciones geopolíticas y demográficas. Controlar Gaza permitiría a Israel consolidar su posición regional, aunque la población palestina en Gaza, Cisjordania y Jerusalén supera en número a la judía si se consideran todos los territorios bajo control israelí. La negativa a otorgar ciudadanía a los palestinos busca evitar que su mayoría influya en la estructura política del Estado, manteniendo políticas de segregación y control poblacional. La estrategia busca impedir la integración política de los palestinos, preservando la mayoría judía en el Estado.

El control de Gaza y la exclusión política de los palestinos reflejan un conflicto que involucra derechos humanos, equilibrio demográfico y estabilidad regional, con profundas implicaciones legales y humanitarias a nivel internacional.

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