CNTE paraliza Ciudad de México con plantones y bloqueos

Redacción
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Foto: Especial

Maestros mantienen protestas por más de 20 días en el Zócalo y calles principales, afectando movilidad y economía

Durante más de 20 días, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha mantenido un paro de alcance histórico en la Ciudad de México. Las calles del centro han sido escenario de voces que no cesan y consignas que resuenan con intensidad. El magisterio decidió, en repetidas ocasiones, responder al pulso político y económico del país, que aún no cumple con sus compromisos hacia los docentes: “Gobierno escucha, el pueblo está en la lucha”.

Este movimiento no se trata solo de una manifestación de protesta, sino de un desafío directo a la rutina urbana, a las autoridades y a la indiferencia social. La movilización incluye más de 11 mil 770 tiendas de acampar, 29 bloqueos en vías importantes como Reforma, Insurgentes y Viaducto Tlalpan, además de 11 marchas. Asimismo, han realizado bloqueos en siete dependencias federales, en seis sedes de partidos políticos y en cuatro medios de comunicación. Han llevado a cabo cuatro conferencias de prensa, sostenido reuniones con autoridades federales en cuatro ocasiones, tomado tres casetas estratégicas y realizado un bloqueo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

Además, han tenido dos días en los que el Metro fue tomado por los docentes para liberar accesos, en lo que representa una protesta sin precedentes en la historia del movimiento magisterial.

Ni el intenso sol de mediados de mayo, con temperaturas superiores a los 30 grados, ni las lluvias y tormentas eléctricas de junio han logrado que los maestros levanten su plantón en el Zócalo capitalino. A través de sus redes sociales, documentan el constante acecho de Tláloc, pero permanecen firmes. La consigna que los guía es clara: “nos vamos a quedar, así llueva, truene o relampaguee”.

Sus demandas son explícitas: la eliminación de la ley del ISSSTE 2007, un compromiso asumido por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo durante su campaña, y un aumento salarial que dignifique la labor del magisterio. Estos reclamos parecen antiguos, pero aún no han sido atendidos. La solidaridad con su causa no ha cesado, y han recibido delegaciones latinoamericanas de profesores de países como Chile, Guatemala, Perú, Puerto Rico, Costa Rica, Honduras y Venezuela. El delegado chileno recordó que en su país la lucha por las pensiones lleva más de 40 años, con consecuencias catastróficas, ya que el dinero en manos de la banca privada “espera a que muramos en el trabajo”, afirmó.

Desde antes del inicio de las movilizaciones, la ciudad ya había comenzado a cambiar su ritmo. Los habitantes aprendieron a anticipar bloqueos en calles como Reforma, Insurgentes y Circuito Interior. El aeropuerto se convirtió en un escenario de conflicto, donde vuelos se desviaron y miles de pasajeros quedaron atrapados en la incertidumbre, como lo muestran diversos videos publicados en redes sociales. La afectación al aeropuerto fue significativa, con pasajeros expresando su frustración y quejas por la interrupción de sus viajes, mientras las aerolíneas como Viva y Volaris tuvieron que redirigir vuelos para garantizar la seguridad de los viajeros y el personal.

El núcleo del conflicto está en la ley del ISSSTE 2007, que reemplazó el régimen de pensiones administrado por el Estado y entregó su gestión a nueve empresas privadas, conocidas como Afores. Estas administradoras manejan actualmente más de siete billones de pesos de 68 millones de trabajadores, lo que equivale al 20 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país. La reforma implicó que las pensiones ya no se calculan en función del salario mínimo, sino de la Unidad de Medida y Actualización (UMA), lo que ha reducido significativamente los montos. Un estudio de la UNAM muestra que, con esta actualización, una pensión promedio de 4 mil 706 pesos crecería solo 158 pesos anualmente, un 3.3 por ciento, en comparación con los 451 pesos que aumentaría si se calculase en base al salario mínimo, un 9.6 por ciento.

La CNTE rechazó la propuesta de aumento salarial del 4 por ciento. Ramiro Sánchez, comisionado de la Sección XVIII en Michoacán y con 15 años de experiencia docente, explicó que ofrecer disculpas a los capitalinos por las movilizaciones resulta difícil, pero pidió comprensión, ya que la reforma afecta a la mayoría de los trabajadores cotizantes. “Si un maestro gana cinco mil pesos quincenales, con el 4 por ciento serían 200 pesos más, pero al descontar el ISR, el aumento real es de apenas 140 o 160 pesos. Eso alcanza para un kilo de huevo (43.90 pesos), dos kilos de tortillas (56) y un litro de leche (24.90)”, detalló.

Ramiro también expresó su agradecimiento a quienes han brindado víveres, palabras de apoyo y han mostrado solidaridad con los maestros. Destacó que algunos automovilistas, en lugar de insultar con su claxon, se han bajado para ofrecer ayuda o aplaudir, y a ellos también les envió agradecimientos.

La movilización de la CNTE ha afectado profundamente las principales arterias de la Ciudad de México. La protesta no fue improvisada; surgió de luchas y resistencias en estados como Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán y la propia capital. Los docentes llevaron a las calles no solo lonas y megáfonos, sino también su dignidad y raíces, expresando una lucha que va más allá de las marchas tradicionales.

Las calles paralizadas provocaron malestar entre usuarios y viajeros, pero también demostraron la fuerza de un movimiento decidido a no ceder. La diversidad de reacciones fue notable, desde el apoyo incondicional hasta las acusaciones de ser “porros” o “revoltosos”. El 23 de mayo, el bloqueo en la Terminal 1 del AICM dejó a más de 3 mil 200 pasajeros afectados. Patricia, una pasajera con bastón y maletas, expresó su frustración: “Yo le diría al gobierno que ya los mande a su casa […], están destruyendo la ciudad”.

La actriz Consuelo Duval relató que casi pierde su vuelo y que fue difícil ingresar al aeropuerto, describiendo enfrentamientos con personal de seguridad.

Para mitigar el caos, aerolíneas como Viva y Volaris desviaron vuelos a aeropuertos alternos, intentando garantizar la seguridad de pasajeros y trabajadores. Antes de la movilización en el aeropuerto, el Palacio Nacional fue bloqueado, obligando a la presidenta Sheinbaum a realizar la conferencia matutina de forma virtual por primera vez desde que asumió en octubre de 2024. Empleados de medios de comunicación que intentaban ingresar denunciaron agresiones y amenazas, mientras la mandataria virtual reconocía el hartazgo social y llamaba a la CNTE a deslindarse de los actos de violencia que ocurrieron en las inmediaciones del inmueble.

Mario Delgado, titular de la Secretaría de Educación Pública, quedó atrapado en sus oficinas en la colonia Xoco, sin poder salir. El Instituto Nacional Electoral suspendió actividades pocos días antes de celebrar una elección judicial, prevista para el 1 de junio. En el Centro Histórico, el impacto fue tangible: más de 30 mil comercios cerraron sus puertas, perdiendo aproximadamente un millón de clientes diarios y experimentando caídas en ventas de hasta el 50 por ciento. Además, 20 mil escuelas públicas cerraron sus puertas, afectando a 1.5 millones de estudiantes en todo el país.

La Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo calculó que en los primeros 15 días del paro se registraron pérdidas superiores a 15 mil millones de pesos a nivel nacional. Esa cifra supera cinco veces el impacto económico del plantón de López Obrador en 2006, que duró 48 días y dejó un saldo económico comparable.

El movimiento de la CNTE no solo paralizó calles y afectó la economía, sino que envió un mensaje contundente: la dignidad y derechos del magisterio no se negocian con ofertas mínimas. Ramiro Sánchez afirmó que, tras una votación cerrada en la Sección 22, se decidió retirar el plantón en el Zócalo, aunque la lucha continúa y podrían regresar si las condiciones lo requieren. La movilización sigue viva, y las demandas por mejores pensiones, salarios y derechos educativos permanecen en pie, mientras la ciudad y el país enfrentan las consecuencias de estas protestas prolongadas.

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