Los equipos de seguridad de Claudia Sheinbaum y Donald Trump negocian colaboración en inteligencia y control de armas, mientras el senador Tabasqueño se aleja de la estrategia.
Los equipos de seguridad de la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, y del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, están negociando un acuerdo confidencial que fortalecerá la cooperación en inteligencia y monitoreo de flujos financieros del crimen organizado. El proceso, iniciado a principios de semana con la salida de Pablo Gómez de la Unidad de Inteligencia Financiera, busca crear una sinergia inédita en el intercambio de información con Washington.
El objetivo central es evitar que Estados Unidos presione a México con acciones militares internas, una estrategia que, según fuentes en Palacio Nacional, implicará costos políticos pero permitirá mantener la autonomía en el escenario doméstico. La colaboración incluye el control de armas de guerra que ingresan a través de la frontera y la creación de un grupo dedicado a perseguir a los consumidores de combustible ilícito en EE. UU.
En este contexto, Andy López Beltrán, secretario de Organización Electoral, empezó a distanciarse del senador Adán Augusto López Hernández, con quien previamente tenía vínculos. La decisión se fundamenta en que la relación con el legislador, señalado por su posible implicación en casos de robo de hidrocarburos, sería un obstáculo ante la escalada de ese delito en la agenda bilateral. López Beltrán también apoyará la expulsión de Morena de aquellos personajes recomendados por Adán Augusto, considerados con antecedentes complejos.
Antes de su viaje a Tokio, López Beltrán afirmó que el futuro político de Adán Augusto en Morena es incierto y que el gobernador Javier May, hijo del senador, goza de mayor respaldo dentro del movimiento. La percepción en la élite obradorista es que el exsecretario de Gobernación no hubiera permitido exponer a Javier Bermúdez sin el aval del expresidente.
El miércoles, Adán Augusto López salió bien librado de la sesión permanente del Senado, aunque enfrentó críticas de Alejandro Moreno Cárdenas. Sin embargo, no hay garantías de su continuidad como coordinador parlamentario, ante la incertidumbre generada por las recientes decisiones y el panorama bilateral en materia de seguridad y política.
Mientras tanto, en Washington, las autoridades se comprometen a reforzar el control de armas y crear un grupo dedicado a perseguir a los consumidores de combustible ilícito en Estados Unidos, en un esfuerzo por reducir la influencia del crimen organizado en ambos países.
Este escenario refleja una fuerte sintonía bilateral en la lucha contra el crimen, en medio de tensiones internas en Morena y movimientos estratégicos en la política mexicana.