La pareja de diputados, Diana Karina Barreras y Sergio Gutiérrez Luna, muestran costosos accesorios y obras de arte, generando cuestionamientos sobre sus ingresos
Los diputados de la Cuarta Transformación, Diana Karina Barreras del Partido del Trabajo y Sergio Gutiérrez Luna de Morena, continúan siendo protagonistas en los medios debido a las polémicas que rodean sus finanzas y estilos de vida. La controversia se intensificó tras la difusión de detalles sobre los lujos que ostentan, los cuales parecen contradecir los discursos de austeridad promovidos por sus propios movimientos políticos.
Todo comenzó con la denuncia de Barreras contra una ciudadana sonorense, Karla Estrella, por presunta violencia política de género, en un caso conocido en redes sociales como “Dato Protegido”. En ese proceso, Karla Estrella fue forzada a pedir disculpas por 30 días, pero en su declaración omitió el nombre de la legisladora, usando en su lugar la referencia “dato protegido”. La polémica en torno a la pareja legisladora no se detuvo allí, pues un periodista de EMEEQUIS, Jorge García Orozco, reveló detalles sobre el ostentoso estilo de vida de ambos congresistas.
En sus publicaciones en redes sociales, García documentó bolsas de lujo, lentes de marca, ropa exclusiva y zapatos caros que utilizan los legisladores. La diferencia entre su discurso de austeridad y sus gastos personales ha generado rechazo y cuestionamientos públicos. Particularmente, se destacó la preferencia de la pareja por accesorios de la marca Cartier, aunque algunos de estos artículos no aparecen en sus declaraciones patrimoniales, lo que alimenta dudas sobre la transparencia de sus ingresos.
Según los datos revelados, ambos han gastado más de 4.5 millones de pesos en accesorios de lujo. Entre los relojes destacados, Sergio Gutiérrez Luna presume un reloj Hublot Big Bang rojo, valorado en 681 mil pesos, además de un reloj Corum Admirals Cup adquirido por aproximadamente 185 mil pesos, equivalentes a 7 mil 900 francos suizos. Por su parte, la diputada Barreras exhibe en redes un reloj Cartier Ballon Bleu, valorado en 288 mil pesos, un Cartier Santos Dumont de 95 mil pesos, un Hublot Big Bang de 377 mil 400 pesos y un Cartier Santos XL de 188 mil pesos.
En cuanto a bolsos, Barreras muestra una bolsa Versace de 600 euros (unos 12 mil pesos), una Prada Galleria de 100 mil pesos, una Louis Vuitton Ana de 35 mil pesos y unos zapatos Fendi de aproximadamente 12 mil pesos. La colección de joyas y collares también es ostentosa, incluyendo un anillo de compromiso Tiffany Setting valorado en más de un millón 116 mil pesos, además de argollas Tiffany y otros anillos Cartier con precios que oscilan entre 66 mil y 102 mil pesos. La diputada completa su colección con un collar Cartier Love Diamantes, valorado en 115 mil pesos.
En ropa y calzado, Gutiérrez Luna y Barreras también exhiben prendas de marcas exclusivas. El legislador de Morena presume una chamarra Balenciaga de 25 mil 129 pesos, así como prendas de Kenzo y zapatos de marcas como Paul Parkman, Marsèll y Salvatore Ferragamo. La diputada, por su parte, cuenta con prendas de piel Ferrari valoradas en más de 40 mil pesos, además de zapatos Christian Louboutin, Dolce & Gabbana y Prada, con precios que superan los 18 mil pesos. También ostentan una colección de lentes de sol de marcas como Gucci, Chanel, Maui Jim y Ferragamo, con valores que llegan a los 20 mil pesos.
El periodista García también reveló que la pareja posee obras de arte, incluyendo un cuadro del artista chileno Víctor Castillo, cuyo valor en el mercado oscila en torno a 320 mil pesos, y que ambos disponen de una colección de obras que reflejan un estilo de vida lujoso y alejado del discurso de austeridad que promueven en público.
El cuestionamiento sobre el origen de estos gastos y la procedencia de sus ingresos ha sido un tema recurrente en las redes sociales. Usuarios han utilizado herramientas de inteligencia artificial para analizar sus declaraciones y gastos, pero, hasta el momento, ninguno de los legisladores ha emitido pronunciamiento oficial al respecto. La polémica sigue vigente y pone en entredicho la coherencia entre sus acciones y los discursos que defienden en el Congreso.
La exhibición de estos lujos plantea un debate sobre la transparencia y la ética en el ejercicio público, en un contexto donde sus propios movimientos políticos abogan por la austeridad y la honestidad. La población exige claridad sobre cómo los legisladores financian sus estilos de vida, especialmente cuando sus gastos superan considerablemente sus ingresos declarados.
