Cuatro reglas esenciales para protegerse y evitar ser víctima de este delito en el Estado de México
La extorsión telefónica se ha consolidado como una de las modalidades delictivas más frecuentes en el Estado de México. Los delincuentes emplean técnicas de engaño y manipulación emocional para obtener dinero de las víctimas, generando miedo y vulnerabilidad. Ante esta problemática, es fundamental que la población esté informada y preparada para actuar de manera adecuada ante estos ataques.
La primera recomendación es mantener la calma en caso de recibir una llamada sospechosa. Los extorsionadores suelen intentar generar pánico para que la víctima pierda el control y proporcione información que puedan utilizar en su beneficio. Es vital no ofrecer datos personales, familiares o financieros, ya que estos pueden ser utilizados para construir una narrativa creíble y aumentar la nivel de intimidación.
Asimismo, es aconsejable verificar la identidad del llamante. No se debe confiar en llamadas provenientes de números desconocidos o privados. En caso de que la supuesta emergencia involucre a un familiar, la recomendación es colgar inmediatamente y comunicarse directamente con la persona a través de un contacto conocido y confiable para confirmar su estado y evitar caer en la trampa.
Una estrategia adicional para prevenir estas situaciones es acordar con la familia una palabra o frase secreta que solo ustedes conozcan. En una eventual llamada de extorsión, el delincuente intentará decir esa palabra para aparentar credibilidad. La ausencia de esta clave indica claramente que se trata de un intento de extorsión, permitiendo a la víctima actuar con mayor seguridad.
Los expertos también aconsejan no seguir ninguna instrucción que impongan los extorsionadores, como no colgar, apagar el teléfono o realizar pagos. La intención de estos delincuentes es mantener el control de la comunicación para presionar y obtener dinero. Es fundamental recordar que ninguna cantidad de dinero justifica ceder a sus exigencias y que la mejor respuesta es colgar y denunciar inmediatamente.
En caso de sospechar que se está siendo víctima de una extorsión, la indicación oficial es cortar la comunicación sin negociar y acudir de inmediato a las autoridades. En México, se puede reportar la situación llamando al 911 o al 089, en atención a denuncias anónimas. La pronta denuncia permite a las autoridades actuar con mayor eficacia para desmantelar redes delictivas y proteger a la comunidad.
Finalmente, la información y la prevención son las armas más efectivas contra la extorsión telefónica. Es recomendable que las familias hablen sobre estas recomendaciones, compartan las medidas a seguir y estén atentos a cualquier señal de fraude. La unión y la cultura de la denuncia fortalecen la seguridad de todos y evitan que estos delitos prosperen.
Seguir estas reglas de manera estricta e innegociable puede marcar la diferencia entre ser víctima o estar protegido frente a la extorsión telefónica. La educación y la vigilancia constante son la mejor defensa para evitar que el miedo y la desinformación se conviertan en una vía para perder recursos económicos.