La arquitecta Nora Toscano fue una de las principales opositoras de la inauguración del museo Milarca, el justificante era que había posibilidad de que se inundara, lo irónico es que ella fue a la que se le inundó la casa del TEC

San Pedro Garza García – El alcalde electo de San Pedro Garza García, Mauricio Fernández Garza, ha manifestado su oposición a las nuevas políticas urbanas aprobadas por la actual administración, que buscan aumentar la densidad en el casco urbano del municipio. Fernández Garza ha denunciado estos cambios como una traición a los valores históricos de la comunidad.

En el centro de la polémica se encuentra el Instituto Municipal de Planeación y Gestión Urbana (IMPLANG), que ha sido recientemente transformado en un organismo autónomo por la administración del actual alcalde, Miguel Treviño. Esta reforma incluye la incorporación de Nora Toscano, conocida por su rol en la tramitación de permisos de desarrollo urbano, lo que ha generado acusaciones de conflictos de interés.

Fernández Garza ha expresado que los nuevos lineamientos de desarrollo urbano no respetan las tradiciones y la identidad del municipio. Los cambios permitirían aumentar la altura de los edificios en varias zonas del casco urbano, una medida que Fernández considera dañina para la calidad de vida y el patrimonio histórico de San Pedro Garza García.

Nora Toscano, integrante del IMPLANG, ha sido señalada por tener una doble función que podría beneficiarla a ella y a sus clientes. Su rol en el trámite de permisos de construcción y su nueva posición en el instituto han sido criticados por expertos y ciudadanos, quienes ven en esto un claro conflicto de intereses.

Los vecinos del casco urbano también han mostrado su descontento. Argumentan que los cambios responden a intereses económicos de desarrolladores más que a las necesidades de la comunidad. Han organizado protestas para manifestar su oposición a las modificaciones propuestas en el cabildo.

Mauricio Fernández Garza ha prometido revisar y, de ser posible, revertir estos cambios una vez que asuma el cargo. Aunque reconoce que el IMPLANG ha sido estructurado de manera que su autonomía dificulta la intervención, asegura que el cabildo, como organismo superior, tiene la capacidad de efectuar modificaciones.