La alianza busca reducir la dependencia de China en el suministro de baterías para almacenamiento y vehículos eléctricos
La surcoreana LG Energy Solution (LGES) ha suscrito un contrato por 4,300 millones de dólares para proveer baterías de sistemas de almacenamiento de energía a Tesla, según una fuente familiarizada con el asunto. La compañía estadounidense busca disminuir su dependencia de las importaciones provenientes de China, motivada por la imposición de aranceles en las importaciones.
Estas baterías, de fosfato de hierro y litio (LFP), serán suministradas desde la planta que LGES tiene en Michigan, informó la misma fuente bajo condición de anonimato, ya que los detalles del acuerdo no han sido divulgados públicamente. La fábrica ubicada en Estados Unidos será responsable de la producción de estos sistemas de almacenamiento de energía.
El miércoles pasado, LGES anunció que firmó un contrato por 4,300 millones de dólares para suministrar baterías de tecnología LFP durante un período de tres años a nivel mundial. La compañía no reveló quién sería el cliente ni si estas baterías se emplearían en vehículos eléctricos o en sistemas de almacenamiento energético. La firma surcoreana también expresó que no podía identificar al cliente debido a obligaciones de confidencialidad.
La semana pasada, LGES comunicó que tiene la intención de compensar la demanda más lenta de vehículos eléctricos incrementando las ventas de baterías para almacenamiento, en respuesta a la creciente demanda global de energía, impulsada por centros de datos utilizados para entrenar inteligencia artificial. La diversificación de su mercado busca aprovechar el aumento en la necesidad de soluciones energéticas en distintos sectores.
El director financiero de Tesla, Vaibhav Taneja, declaró en abril que los aranceles estadounidenses tenían un impacto “descomunal” en su negocio de energía, particularmente porque obtiene baterías LFP provenientes de China. Añadió que la empresa trabaja en asegurar cadenas de suministro adicionales con proveedores fuera de China, proceso que consideró llevará tiempo.
Además, Tesla anunció recientemente un acuerdo por 16,500 millones de dólares para adquirir chips de Samsung Electronics, en un esfuerzo por fortalecer su cadena de suministro tecnológico y reducir la dependencia de proveedores extranjeros.
Tres funcionarios de nivel de gabinete del gobierno de Corea del Sur sostuvieron una reunión con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, en Washington, en un intento por concretar un acuerdo comercial antes del 1 de agosto. La fecha límite es relevante porque a partir de esa fecha entrarán en vigor aranceles del 25% sobre las importaciones estadounidenses provenientes de Corea del Sur, incluyendo baterías y componentes relacionados. La reunión refleja la importancia de las alianzas estratégicas para evitar obstáculos comerciales.
LGES es uno de los pocos productores de baterías LFP con presencia en Estados Unidos, ya que esta química de baterías ha sido dominada por competidores chinos durante mucho tiempo. La producción de baterías LFP en la planta de Michigan comenzó en mayo pasado, en un esfuerzo por atender no solo a la industria automotriz, sino también a sistemas de almacenamiento de energía. La compañía ha mencionado que está considerando convertir algunas líneas de producción para atender la demanda de almacenamiento energético, en respuesta a la desaceleración en la venta de vehículos eléctricos.
El contrato con Tesla tendrá una vigencia desde agosto de 2027 hasta julio de 2030, con una opción para extenderlo hasta siete años y aumentar los volúmenes de suministro conforme a las negociaciones con el cliente. La flexibilidad en el acuerdo permitirá a LGES ajustar su producción según las necesidades del mercado y las demandas específicas de Tesla.
Cho Hyun-ryul, analista senior de Samsung Securities, señaló que LGES goza de una ventaja competitiva al ser uno de los pocos en Estados Unidos que produce activamente baterías LFP a escala, ya que otros rivales surcoreanos como Samsung SDI y SK On aún no han ingresado formalmente en este segmento. La presencia temprana y la producción en marcha colocan a LGES en una posición privilegiada para captar una parte significativa del mercado de baterías para almacenamiento en Estados Unidos.
El segmento de almacenamiento y generación de energía de Tesla representa poco más del 10% de sus ingresos totales, pero ha sido un área de crecimiento destacado para la compañía. Esto se debe a que, en medio de la desaceleración de las ventas de automóviles y los posibles recortes en el apoyo gubernamental a los vehículos eléctricos, la energía se ha convertido en un punto clave de su estrategia empresarial.
El CEO de Tesla, Elon Musk, afirmó en una llamada de resultados recientes que el negocio de energía sigue creciendo pese a los obstáculos, como los aranceles y los desafíos en la cadena de suministro. Destacó la magnitud de la demanda de baterías, señalando que muchas personas no son conscientes de su escala. La compañía planea que su primera planta de producción de celdas LFP esté operativa a finales de año, aunque la fábrica en Nevada probablemente representará una parte pequeña de su demanda total.
Este acuerdo refleja la estrategia de Tesla de diversificar sus fuentes de suministro y reducir su dependencia de China, en un contexto donde las tensiones comerciales y los aranceles siguen afectando la dinámica global del mercado de baterías y vehículos eléctricos. La colaboración con LGES es un paso importante en esa dirección, consolidando su presencia en el mercado estadounidense y regional.
Con información de Reuters.
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