Reglas y obstáculos frenan la participación extranjera en el mercado eléctrico mexicano

Redacción
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Foto: Especial

La falta de permisos y cambios legales limitan la entrada de empresas internacionales en el sector eléctrico de México

México enfrenta un bloqueo institucional que dificulta la participación de empresas extranjeras en su mercado de generación de electricidad, a pesar de no existir leyes que prohíban su ingreso. La negativa, demora o suspensión de permisos actúan como barreras no arancelarias, una estrategia que el gobierno de Estados Unidos ha mencionado en negociaciones recientes, como parte de la pausa de 90 días en la imposición de aranceles.

Desde 2018, los trámites para desarrollar proyectos de generación eléctrica en México se volvieron prácticamente imposibles, según Federico Muciño García, director general de EPSCON. El gobierno mexicano priorizó a la Comisión Federal de Electricidad, limitando al sector privado, incluso en proyectos de autoconsumo donde las empresas prometían no inyectar energía a la red. Esto provocó que algunas compañías que ya habían construido parques eólicos o solares quedaran en pausa por falta de autorizaciones, generando litigios internacionales.

Un informe reciente de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos advierte que las políticas mexicanas favorecen a la CFE y dificultan la entrada de nuevos actores en el sector energético. Entre las prácticas señaladas están el retraso o rechazo injustificado de permisos y la reforma a la ley que establece la mayoría de participación de la Comisión en proyectos de inversión mixta.

El coordinador del área de energía del Instituto Mexicano para la Competitividad, Óscar Ocampo, considera más probable que en el corto plazo se autoricen permisos para generación eléctrica antes de que se modifiquen leyes recientes, reformadas en meses pasados.

Actualmente, México cuenta con una capacidad instalada de más de 87,000 megavatios. La CFE controla poco más del 51%, mientras que el resto está en manos de productores privados, nacionales e internacionales, como Mitsui, Cox Energy, Buffalo Energy y Grupo México. En 2022, el 66.6% de la electricidad se generó mediante generación térmica con combustibles fósiles, mientras que las energías renovables representaron aproximadamente el 17.9%, distribuidas entre hidroeléctrica, eólica y fotovoltaica.

La transmisión y distribución siguen en control casi total de la CFE, limitando la participación del sector privado. La apertura de permisos sería clave para atraer mayor inversión extranjera, especialmente en energías renovables.

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