La compañía de software de diseño alcanza un aumento superior al 250% en su cotización tras recaudar más de 1,2 mil millones de dólares en su IPO
La cotización de las acciones de Figma, la reconocida empresa de software de diseño, experimentó un incremento superior al 250% tras su oferta pública inicial (IPO) realizada este jueves. La acción cerró en más de 117 dólares por título, tras abrir en 85 dólares y alcanzar un pico de 112 dólares en las primeras horas de negociación. Este movimiento representa una de las IPO más destacadas del año y refleja un renovado interés en el mercado por las empresas tecnológicas emergentes.
Figma logró captar más de 1,2 mil millones de dólares en su colocación en bolsa, superando ampliamente los rangos iniciales estimados por la compañía en sus registros ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), que oscilaban entre 30 y 32 dólares por acción. La exitosa recaudación y la valoración alcanzada, que supera los 50 mil millones de dólares, colocan a la firma en una posición privilegiada dentro del sector tecnológico. La operación ha convertido a Dylan Field, su fundador y actual CEO, en multimillonario, con un patrimonio estimado en al menos 1,8 mil millones de dólares.
El valor de mercado de Figma tras la IPO ha superado con creces la valoración previa de Adobe, que en 2023 intentó adquirir la compañía por aproximadamente 20 millones de dólares, sin éxito. La resistencia antimonopolio en Estados Unidos y el Reino Unido fue determinante para que la adquisición no prosperara, dado que las autoridades consideraron que tal concentración podría reducir la competencia en el mercado de software de diseño. La valoración basada en las acciones en circulación refleja un mercado cada vez más receptivo a las empresas tecnológicas innovadoras y con modelos de negocio basados en la nube.
Diversos inversionistas y fondos de capital de riesgo, entre ellos Index Ventures, Greylock, Kleiner Perkins y Sequoia Capital, participaron en la colocación y vendieron una porción de sus participaciones en la IPO. Sin embargo, los fundadores, Dylan Field y Evan Wallace, mantienen un control mayoritario mediante acciones de clase B, que poseen un poder de voto 15 veces superior al de las acciones ordinarias. A pesar de que Wallace dejó la compañía en 2021, ambos fundadores conservan el 99% de las acciones de clase B, asegurando así la dirección y control de la firma con aproximadamente el 74% del poder de voto.
Fundada en 2012 por Dylan Field, un exbecario del Thiel Fellowship, y Evan Wallace, Figma inició sus operaciones en 2015 con un programa beta cerrado accesible en navegadores web. La plataforma ofrece un conjunto de herramientas de diseño que permiten a los usuarios crear, colaborar y compartir proyectos en línea, eliminando la necesidad de software instalado localmente. La compañía ha sido pionera en ofrecer soluciones accesibles y colaborativas en el mercado del diseño digital, logrando una rápida adopción en empresas y profesionales del sector.
El rechazo de la adquisición por parte de las autoridades regulatorias en el Reino Unido se basó en preocupaciones de que la concentración de mercado derivada de la compra de Adobe podría limitar significativamente la competencia. La decisión refleja la tendencia de los reguladores a vigilar de cerca las operaciones que puedan reducir la pluralidad de opciones para los usuarios y afectar la innovación en el sector tecnológico.
El éxito de la IPO de Figma se produce en un contexto de recuperación del interés en las ofertas públicas iniciales en el sector tecnológico. Analistas de diversos bancos y firmas de inversión han destacado que, tras años de tasas de interés elevadas y mercados volátiles, el mercado de IPO comienza a mostrar signos de reactivación. De hecho, otros ejemplos recientes, como la salida a bolsa de la startup de inteligencia artificial CoreWeave en marzo, indican un posible regreso a un entorno más favorable para las empresas emergentes que buscan financiamiento mediante la bolsa.
Un hecho destacado en esta operación es que Dylan Field y Evan Wallace mantienen un control casi absoluto sobre la compañía, gracias a la estructura de acciones. La posesión del 99% de las acciones de clase B, con su poder de voto 15 veces superior, permite a los fundadores tomar decisiones estratégicas sin la influencia significativa de otros accionistas. Esta estructura ha sido determinante para conservar la visión y dirección de la firma, incluso tras su exitosa apertura en bolsa.
El mercado continúa observando con atención las tendencias en las IPO tecnológicas, especialmente en un entorno donde la innovación y la inversión en software en la nube siguen ganando terreno. La fuerte subida de Figma tras su debut en bolsa confirma el interés de los inversionistas en empresas con modelos de negocio escalables y potencial de crecimiento sostenido en la era digital.