Construcción e inmobiliarias evadieron 174 mil 980 millones de pesos de impuestos

Redacción
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Estudio revela que sectores de construcción e inmobiliario usaron esquemas fiscales para evadir impuestos durante el sexenio de López Obrador

La industria de la construcción y el sector inmobiliario lograron evadir y eludir más de 174 mil 980 millones de pesos en impuestos mediante el uso de esquemas fiscales como pérdidas fiscales y devoluciones durante el período que comprende el sexenio de Andrés Manuel López Obrador. Estas cifras reflejan la magnitud de las prácticas de evasión fiscal en estos sectores, que han sido detectadas en distintos análisis y estudios especializados. La cantidad señalada evidencia la importancia de fortalecer los mecanismos de fiscalización y control en dichas áreas para reducir la evasión y garantizar la recaudación tributaria.

Un estudio elaborado por la Universidad Autónoma de Chapingo (UACh), solicitado por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), estima que entre 2018 y 2023 los sectores de construcción y servicios inmobiliarios lograron evadir hasta 174 mil 980 millones de pesos. La investigación señala que al menos 5 mil 220 contribuyentes dedicados a actividades como la edificación, construcción de obras de ingeniería civil, trabajos especializados para la construcción, así como servicios inmobiliarios, alquiler de bienes muebles, alquiler de marcas registradas, patentes y franquicias, utilizaron las pérdidas fiscales y devoluciones para evitar el pago de impuestos. Estos mecanismos permitieron a las empresas y particulares reducir sus obligaciones fiscales de manera ilícita, afectando la recaudación del Estado y el cumplimiento fiscal.

La investigación entregada a Antonio Martínez Dagnino, jefe del SAT, revela que una de las principales estrategias de evasión consiste en que los contribuyentes clasificados como sin riesgo de evasión utilizan las devoluciones de IVA para disminuir sus obligaciones fiscales, mientras que aquellos considerados con riesgo de evasión reciben más IVA del que tienen derecho a deducir. Además, estos últimos también manejan considerables montos de pérdida fiscal que emplean para moderar sus pagos del Impuesto Sobre la Renta (ISR). Este comportamiento evidencia cómo algunos contribuyentes manipulan las reglas fiscales para favorecer su situación tributaria, dificultando la labor de fiscalización y control por parte de las autoridades.

La misma investigación destaca que existe una relación estrecha entre el comportamiento fiscal de los contribuyentes y su dinámica de compras y ventas. Se observa que los patrones de evasión están relacionados con la forma en que las empresas realizan sus transacciones comerciales, así como con las pérdidas fiscales acumuladas. Esto indica que la evasión no es un fenómeno aislado, sino que está vinculada a la estructura y operaciones de las propias empresas en estos sectores, lo que hace más complejo detectarla y sancionarla.

El estudio también plantea que en la percepción actual, la evasión fiscal ha dejado de ser vista únicamente como un delito, para considerarse como parte de una estrategia empresarial que busca aprovechar los servicios y beneficios que ofrece el sistema fiscal y gubernamental. La evasión consiste en no pagar contribuciones o en evitar el cumplimiento de esas obligaciones, mediante prácticas como la ocultación de facturas, ingresos y bienes, la emisión de facturas falsas, facturación cruzada entre empresas pantalla o el uso del nombre de terceros para bienes de la empresa. Estas acciones dificultan la fiscalización y representan una pérdida significativa para las finanzas públicas.

Para prevenir estas conductas, el SAT ha implementado medidas como la opinión del cumplimiento de obligaciones fiscales, que busca evaluar la situación real de los contribuyentes y detectar posibles irregularidades. Sin embargo, los mecanismos aún enfrentan desafíos importantes, dado el uso de esquemas sofisticados por parte de quienes intentan evadir impuestos mediante la manipulación de facturación y declaraciones.

En México, la industria de la construcción genera aproximadamente 2.148 billones de pesos anuales, lo que representa el 6.74 por ciento del producto interno bruto (PIB). Por su parte, los servicios inmobiliarios y el alquiler de bienes muebles intangibles producen cerca de 2.309 billones de pesos cada año, equivalentes al 8.54 por ciento del PIB. Sin embargo, la problemática de la evasión fiscal en estos sectores es un asunto global, reportado en diferentes países y regiones del mundo, lo que evidencia la necesidad de fortalecer los controles y las políticas para reducir estas prácticas ilícitas.

En Quebec, por ejemplo, se estima que la evasión en el sector de la construcción provoca pérdidas de aproximadamente 1.5 billones de dólares canadienses anuales. La mayoría de los estudios coincidieron en que este problema tiene un impacto alto en las finanzas públicas, aunque la cantidad de investigaciones específicas aún es limitada. En España, se detectó que entre el 32 y el 60 por ciento de las transacciones de compra-venta de propiedades durante 2005-2011 presentaron algún tipo de evasión, con montos estimados en un 13 a 21 por ciento del valor de cada transacción. Estos casos muestran que la evasión en el sector inmobiliario es un fenómeno frecuente y difícil de erradicar.

En Turquía, se han implementado sistemas georreferenciados para prevenir la evasión en el impuesto de la propiedad. Dichos sistemas permiten registrar con precisión las propiedades y facilitar la fiscalización, incrementando la eficiencia en la detección de irregularidades. En Estados Unidos, la Oficina del Control de Delitos Financieros (FinCEN) encontró que muchas empresas creadas para contratar trabajadores con costos mínimos evaden pagar seguros y beneficios, lo cual contribuye a la evasión general en el país. Estas acciones demuestran que la evasión fiscal en el sector de la construcción y bienes raíces es un problema que requiere atención en diferentes frentes y niveles regulatorios.

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