Trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) bloquearon el Senado en Ciudad de México desde el 4 de septiembre, demandando un diálogo con legisladores sobre la controvertida reforma judicial.
La reforma judicial propuesta por el gobierno ha generado una ola de protestas en todo el país. Aprobada en la Cámara de Diputados el 4 de septiembre, la reforma busca reestructurar el Poder Judicial, lo que ha causado preocupación entre los empleados del PJF por posibles afectaciones a sus derechos laborales y la independencia judicial. Esta iniciativa ha sido vista por algunos sectores como un intento de centralizar el poder y limitar la autonomía del sistema judicial.
Desde tempranas horas del 5 de septiembre, los trabajadores del PJF se congregaron en los alrededores del Senado de la República, cerrando los accesos principales y estableciendo campamentos. «No permitiremos que esta reforma pase sin que nuestras voces sean escuchadas», comentó uno de los manifestantes. A su vez, la Secretaría de Seguridad Ciudadana implementó un operativo para evitar altercados, desviando el tránsito por rutas alternas. El Senado, por su parte, ha considerado sesionar en una sede alterna debido al bloqueo.
«Esta reforma es una venganza política disfrazada de modernización. No vamos a permitir que se juegue con nuestros derechos laborales»
Declaró uno de los representantes sindicales del PJF. Otro manifestante añadió: «El Senado debe escuchar nuestras preocupaciones antes de votar esta reforma, de lo contrario, seguiremos aquí hasta ser atendidos».
Datos y estadísticas:
La reforma judicial fue aprobada en la Cámara de Diputados con 320 votos a favor y 180 en contra, reflejando la polarización existente en torno a esta iniciativa. Según encuestas recientes, un 45% de la población se opone a la reforma, mientras que un 38% la apoya, y el resto se mantiene indeciso. Estos datos muestran la división de opiniones en la sociedad mexicana respecto a la reforma del Poder Judicial.
Comentarios:
El bloqueo del Senado pone de relieve la creciente tensión entre el Poder Ejecutivo y el Judicial en México. Si bien la reforma busca mejorar la eficiencia del sistema judicial, el hecho de que haya sido percibida como una represalia política pone en duda sus intenciones y objetivos. La falta de diálogo previo con los trabajadores del PJF antes de aprobar la reforma en la Cámara de Diputados refleja una deficiencia en el proceso legislativo, que ahora enfrenta la presión de múltiples sectores.
La posibilidad de trasladar las sesiones del Senado a una sede alterna podría ser vista como una solución inmediata, pero también podría interpretarse como una maniobra que ignora las preocupaciones legítimas de los trabajadores judiciales. Esto podría profundizar el descontento y llevar a un conflicto mayor si no se aborda de manera adecuada.
Fecha de publicación:
5 de septiembre de 2024
