El gobernador Rubén Rocha Moya ordenó hoy, 12 de septiembre de 2024, la suspensión de clases en Culiacán, Elota, Cosalá y San Ignacio debido a la violencia.
La violencia en Sinaloa ha aumentado de manera alarmante en las últimas semanas, particularmente en los municipios de Culiacán, Elota, Cosalá y San Ignacio. Los constantes enfrentamientos armados entre grupos delictivos han generado un ambiente de inseguridad, obligando a las autoridades a tomar medidas drásticas para proteger a la población.
Durante la última semana, se han registrado numerosos incidentes violentos en estas regiones, incluyendo balaceras en zonas urbanas y rurales. La Secretaría de Educación Pública y Cultura de Sinaloa había intentado mantener las escuelas abiertas, pero el ausentismo escolar y la presión pública llevaron al gobernador Rubén Rocha Moya a ordenar la suspensión de todas las actividades educativas en estos municipios.
«La seguridad de nuestros estudiantes y maestros es nuestra prioridad. No podemos permitir que sigan expuestos a esta ola de violencia»
Declaró el gobernador Rocha Moya en una conferencia de prensa. Por su parte, un portavoz de la Universidad Autónoma de Sinaloa indicó: «Hemos decidido continuar con clases virtuales hasta que las condiciones mejoren.»
Datos y estadísticas
Según informes locales, solo en los últimos siete días, se han reportado al menos 15 enfrentamientos armados en Culiacán, con un saldo de 12 personas fallecidas y varios heridos. Además, el 80% de las escuelas en la región reportaron un ausentismo superior al 50% durante la semana, reflejando el temor de los padres de familia ante la situación de inseguridad.
Comentarios
La suspensión de clases refleja la grave crisis de seguridad que enfrenta Sinaloa, una situación que, si bien no es nueva, ha escalado a niveles preocupantes en los últimos días. Este tipo de medidas pone en evidencia la necesidad urgente de una estrategia de seguridad más efectiva que pueda restaurar la paz en estas comunidades.
Por otro lado, la decisión de suspender las clases también subraya la vulnerabilidad del sistema educativo en regiones afectadas por el crimen organizado. Las autoridades educativas deben trabajar en conjunto con las fuerzas de seguridad para garantizar que la educación no sea un blanco fácil de la violencia y que los estudiantes puedan continuar con su formación en un ambiente seguro.
Fecha de Publicación: 12 de septiembre de 2024
