La actividad sísmica se ha intensificado en varias regiones del país, con varios temblores registrados en Jalisco, Sinaloa, y Guerrero, recordando la constante amenaza de sismos en el territorio nacional.
El 9 de julio de 2024, varias regiones de México experimentaron sismos de baja y moderada magnitud. Entre los más significativos, un temblor de 3.5 grados sacudió el área al sur de El Grullo en Jalisco, mientras que en Sinaloa, un sismo de 4.2 grados se registró al suroeste de Ahome. Además, en Guerrero, un sismo de 4.1 grados sorprendió a los habitantes de Ometepec, destacando la continua actividad sísmica en el país.
México, situado en el Cinturón de Fuego del Pacífico, es una de las regiones más sísmicas del mundo. Este cinturón, conocido por su intensa actividad tectónica, rodea el Océano Pacífico y es responsable del 90% de los sismos globales. La interacción de cinco placas tectónicas principales bajo el territorio mexicano resulta en un promedio de 40 sismos diarios.
El Servicio Sismológico Nacional informó que el sismo en Jalisco tuvo una profundidad de 17 km, mientras que el de Sinaloa ocurrió a una profundidad de 93 km. Por su parte, el sismo en Guerrero, con una profundidad de solo 2 km, fue perceptible en diversas comunidades, aunque no se reportaron daños significativos. Las autoridades locales siguen monitoreando la situación y evaluando posibles riesgos.
Los temblores ocurrieron en rápida sucesión a lo largo del día, destacando la necesidad de estar siempre preparados en un país con alta actividad sísmica. En Jalisco, el sismo se sintió a primeras horas de la mañana, causando alarma entre los residentes, pero sin daños reportados. En Sinaloa, el sismo de mayor magnitud fue percibido en zonas rurales, donde las construcciones suelen ser más vulnerables.
La población en las áreas afectadas mostró una rápida respuesta, siguiendo los protocolos de emergencia establecidos. En Guerrero, donde el sismo fue más superficial, las comunidades locales demostraron una notable capacidad de respuesta, con equipos de emergencia desplegados para cualquier eventualidad. Las autoridades de protección civil en los estados afectados emitieron recomendaciones para mantenerse alerta ante posibles réplicas.
Hasta el momento, no se han activado alertas sísmicas en las principales ciudades del país, como Ciudad de México, ya que los sismos no superaron los 5 grados de magnitud, umbral requerido para la activación de estas alarmas. Sin embargo, el Servicio Sismológico Nacional y las autoridades locales continúan vigilando la actividad sísmica, recordando a la población la importancia de tener planes de emergencia y estar siempre preparados para futuros eventos.