Gobierno federal y estatal unen esfuerzos para esclarecer brutal asesinato del edil Alejandro Arcos en Chilpancingo.
El asesinato del recién nombrado alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos, ha conmocionado a México. La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que su gobierno ya investiga este trágico suceso ocurrido el pasado domingo.
Arcos, quien apenas llevaba seis días en el cargo, fue encontrado decapitado en la capital del estado de Guerrero. Su cuerpo estaba dentro de una camioneta, mientras que su cabeza fue hallada en el toldo de otro vehículo cercano.
«Estamos realizando todas las investigaciones necesarias», afirmó Sheinbaum en su conferencia diaria. «Queremos saber el motivo y el móvil para hacer las detenciones correspondientes», añadió la mandataria.
La presidenta destacó la colaboración entre el gobierno federal y las autoridades de Guerrero. Se está evaluando si la Fiscalía General de la República debe asumir el caso.
Este crimen se suma al reciente asesinato de Francisco Tapia, secretario general de Gobierno de Arcos. Estos hechos han encendido las alarmas sobre la seguridad en la región.
Sheinbaum anunció que presentará una nueva estrategia de seguridad. Esta incluirá mayor presencia de autoridades, mejoras en inteligencia e investigación en estados con altos índices de violencia.
La mandataria propuso cambios legales para mejorar la coordinación entre agencias. «Queremos que los sistemas de inteligencia e investigación trabajen junto con la Fiscalía», explicó. «Así podremos avanzar más rápido en las investigaciones y detenciones».
Aunque Chilpancingo no figura entre los municipios más violentos, la región enfrenta desafíos. Grupos criminales luchan por el control del territorio para el tráfico de drogas y la extorsión.
Irónicamente, Arcos había prometido «garantizar la paz y la seguridad» en Chilpancingo al asumir el cargo. Planeaba trabajar «de la mano del Ejército Mexicano» para cumplir este objetivo.