Narcomantas en varios puntos de Culiacán señalan a Los Cabrera como responsables de la violencia en Sinaloa, Durango y Zacatecas, y lanzan advertencias al gobierno de Claudia Sheinbaum.

La mañana del 3 de octubre de 2024, Culiacán despertó con varias narcomantas colgadas en puentes clave de la ciudad. Los mensajes, firmados por «La Chapiza», una facción del Cártel de Sinaloa, estaban dirigidos a la presidenta Claudia Sheinbaum y acusaban a los hermanos José Luis y Alejandro Cabrera Sarabia, conocidos como «Los Cabrera», de ser los principales generadores de violencia en los estados de Durango y Zacatecas. Además, advertían que estos actos violentos están llegando a las zonas de Culiacán y Mazatlán.

Las narcomantas también denunciaban que «Los Cabrera» están involucrados en extorsiones, asesinatos y cobro de piso en una amplia gama de negocios, desde aserraderos hasta restaurantes. El mensaje, escrito en un tono desafiante, criticaba las acciones del gobierno, calificando a los elementos de seguridad enviados a la zona como «carne de cañón», en una burla directa a la respuesta del Estado ante la escalada de violencia.

Las autoridades locales retiraron las mantas poco después de ser reportadas, pero el impacto de los mensajes ya había resonado en los medios de comunicación y en la opinión pública, reavivando el debate sobre la lucha de poder entre facciones del Cártel de Sinaloa y la efectividad de las medidas gubernamentales para combatir el narcotráfico.