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Tensiones internas en el PRI ante la posible reelección de Alejandro Moreno
En un clima de creciente disensión interna, más de 250 integrantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), incluidos ex presidentes y ex gobernadores, han expresado su rechazo a la reelección de Alejandro Moreno como líder del partido. Este grupo demanda la postergación de la Asamblea Nacional prevista para el próximo domingo, alegando que las modificaciones estatutarias propuestas amenazan la integridad y los principios históricos del partido.
Durante la reciente 24ª Asamblea Nacional del PRI, se aprobó una controvertida modificación a los estatutos del partido, que permitiría a los dirigentes, incluyendo al presidente y al secretario general, ser reelegidos por hasta tres periodos de cuatro años cada uno. Este cambio ha provocado una fuerte oposición dentro de las filas del partido, con acusaciones de que se está desviando de sus principios fundacionales.
Alejandro Moreno, actual presidente del PRI, ha defendido las reformas como necesarias para adaptar el partido a los nuevos tiempos y retener su relevancia en la política mexicana. Sin embargo, críticos como Dulce María Sauri y Manlio Fabio Beltrones, ambos ex presidentes del PRI, han calificado estas medidas como una amenaza para la democracia interna del partido y han acusado a Moreno de intentar perpetuarse en el poder.
Los detractores de Moreno han organizado una serie de manifestaciones y han lanzado campañas en redes sociales para expresar su descontento. La asamblea, marcada por enfrentamientos y discusiones acaloradas, refleja una división profunda dentro del partido que podría tener implicaciones duraderas para su futuro político. La situación ha llegado a tal punto que varios de los miembros más prominentes del partido han amenazado con renunciar si las modificaciones estatutarias no son revocadas o si Moreno es reelegido.
El escenario actual dentro del PRI no solo expone las fracturas internas, sino que también pone en evidencia la creciente preocupación entre sus miembros por la dirección y estrategias del partido. La posibilidad de que Moreno continúe en el liderazgo ha llevado a algunos analistas políticos a prever posibles escisiones dentro del partido o una disminución de su base de apoyo tradicional, especialmente en un contexto en el que el PRI ha enfrentado resultados electorales desfavorables.
El debate sobre la reelección de Moreno se produce en un momento crítico para el PRI, que busca recuperar su influencia y credibilidad en el ámbito político mexicano. Las decisiones tomadas en la próxima Asamblea Nacional podrían definir no solo el futuro inmediato de Moreno sino también la viabilidad a largo plazo del partido como una fuerza política relevante en México.
