La sorpresiva incursión ucraniana en la región rusa de Kursk ha desencadenado una respuesta militar significativa por parte de Moscú, con tropas redistribuidas desde Crimea y otras áreas clave del conflicto. La operación ucraniana busca debilitar las posiciones rusas desde donde se lanzan ataques, sin intención de anexar el territorio.
Las fuerzas ucranianas han logrado avanzar entre 1 y 2 kilómetros dentro de la región rusa de Kursk, en una operación militar que comenzó el 6 de agosto de 2024. Según el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, el objetivo es destruir las posiciones rusas utilizadas para atacar a Ucrania, sin intención de anexar territorio. La respuesta rusa ha sido inmediata, movilizando tropas desde Crimea y otras áreas en un intento por contener el avance ucraniano.
El avance ucraniano en Kursk ha sorprendido tanto a las fuerzas rusas como a la comunidad internacional. En una maniobra que marca un cambio estratégico significativo, las tropas ucranianas cruzaron la frontera rusa, tomando varias aldeas y posicionándose dentro del territorio enemigo. Zelensky ha enfatizado que esta incursión no tiene como objetivo anexar territorio ruso, sino crear una «zona de seguridad» que proteja mejor a las regiones del norte de Ucrania de los ataques rusos.
«Las tropas rusas quedaron conmocionadas por el rápido avance de Ucrania»
Afirmó Dymtro Kholod, comandante del batallón «Nightingale», que lideró parte de la incursión. «Estaban en enfrentamientos tácticos y se rindieron voluntariamente a nuestras fuerzas de defensa». Por otro lado, el Ministerio de Defensa ruso aseguró que sus fuerzas «continúan repeliendo» la incursión ucraniana, utilizando ataques aéreos y drones para detener el avance.
Datos y estadísticas
Según fuentes ucranianas, la operación ha resultado en la captura de al menos 100 soldados rusos, mientras que el Ministerio de Defensa ruso afirma haber destruido más de 100 drones ucranianos y cuatro misiles durante la noche del 13 de agosto. Además, se estima que cerca de 20.000 personas han sido evacuadas de las áreas de combate en Kursk y Belgorod.
Antecedentes
Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022, los combates se habían limitado mayormente al territorio ucraniano. Sin embargo, la incursión en Kursk representa la primera operación terrestre significativa de Ucrania dentro de Rusia, un hecho que no ocurría desde la Segunda Guerra Mundial. Este movimiento se enmarca en un contexto de creciente tensión y desgaste, donde Ucrania busca nuevas formas de presionar a Rusia para acelerar una resolución del conflicto.