El presidente de Francia, Emmanuel Macron, decide mantener a Gabriel Attal como primer ministro temporalmente, pese a la reciente derrota electoral, para asegurar la estabilidad durante los próximos Juegos Olímpicos de París.

El 16 de julio, el presidente francés Emmanuel Macron rechazó la dimisión del primer ministro Gabriel Attal durante el último consejo de ministros antes de los Juegos Olímpicos de París. Attal había presentado su renuncia tras la derrota del partido gobernante en las elecciones legislativas, pero Macron optó por mantenerlo en su puesto temporalmente para garantizar la estabilidad del gobierno.

Gabriel Attal asumió como primer ministro en enero de 2024, convirtiéndose en el jefe de gobierno más joven en la historia de Francia. Su nombramiento vino después de la salida de Élisabeth Borne, en un intento de Macron por rejuvenecer su administración. Sin embargo, la reciente derrota electoral del partido oficialista provocó una crisis política, llevando a Attal a ofrecer su dimisión.

La decisión de Macron de retener a Attal en el cargo ha generado críticas, especialmente por parte del partido izquierdista La Francia Insumisa. El diputado Eric Coquerel calificó la decisión como «antidemocrática», argumentando que el Nuevo Frente Popular, que obtuvo la mayoría de escaños en la Asamblea Nacional, debería tener la oportunidad de formar gobierno. Pese a las críticas, Macron insistió en la necesidad de estabilidad durante el período de los Juegos Olímpicos.

Tras la presentación de su dimisión, Attal ofreció continuar en funciones de manera provisional para evitar un vacío de poder. Esta medida busca asegurar una transición ordenada y evitar cualquier interrupción en la organización de los Juegos Olímpicos de París, que representan un desafío significativo en términos de seguridad y logística. La respuesta de Macron fue clara: Attal debe permanecer en su puesto hasta que se forme un nuevo gobierno.

La situación política en Francia es tensa, con un parlamento fragmentado donde ningún partido tiene una mayoría clara. El Nuevo Frente Popular, una coalición de partidos de izquierda, se ha consolidado como el grupo con más escaños, mientras que los partidos afines a Macron han quedado relegados al segundo lugar. En este contexto, Macron ha decidido tomarse tiempo para evaluar la situación y formar un gobierno que pueda asegurar la continuidad de las instituciones.