Ken Salazar reitera preocupación sobre reforma judicial en México, pero niega injerencia
El embajador Ken Salazar expresó su inquietud sobre la reforma judicial en México durante una conferencia de prensa en septiembre, subrayando que no busca interferir en la soberanía del país.
La polémica sobre la reforma judicial en México ha escalado en las últimas semanas, con crecientes tensiones entre el gobierno mexicano y figuras políticas de Estados Unidos. La reforma, impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, propone, entre otras medidas, la elección popular de jueces, lo que ha sido interpretado por críticos como un riesgo para la independencia judicial.
Durante la conferencia de prensa, Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, expresó su preocupación por las posibles repercusiones de esta reforma en la relación bilateral y en la democracia mexicana. «Si no se implementa adecuadamente, puede causar un daño significativo», señaló Salazar, quien insistió en que su intención no es injerir en los asuntos internos de México. Sin embargo, estas declaraciones han sido vistas por algunos sectores del gobierno mexicano como un intento de influir en las políticas nacionales.
«El pueblo de México debe saber que si algunas de estas reformas se implementan, podría poner a nuestros dos países en una trayectoria negativa»
Advirtió un legislador estadounidense. Por su parte, López Obrador respondió diciendo: «Esperamos que haya un pronunciamiento de respeto a la independencia de México».
Datos y estadísticas
De acuerdo con un estudio reciente, el 68% de los mexicanos apoyan reformas en el sistema judicial, pero solo el 35% está de acuerdo con la elección popular de jueces. Además, expertos en derecho internacional han advertido que las reformas podrían violar disposiciones del T-MEC, lo que podría desencadenar disputas comerciales entre México y Estados Unidos, afectando el intercambio económico valorado en más de 600 mil millones de dólares anuales.
Comentarios
La postura de Ken Salazar refleja la preocupación creciente en Washington respecto a las políticas internas de México, especialmente cuando estas podrían afectar intereses comerciales y de seguridad compartidos. Sin embargo, la respuesta del gobierno mexicano sugiere una firme defensa de su soberanía, lo que podría complicar las relaciones bilaterales en los próximos meses.
La reforma judicial es solo uno de los muchos temas que dividen a México y Estados Unidos en la actualidad. La reacción de Salazar, aunque diplomática, podría interpretarse como un adelanto de las dificultades que enfrentarán ambos países en la renegociación del T-MEC programada para 2026.
Fecha de Publicación: 4 de septiembre de 2024