La tensión en Medio Oriente crece tras el lanzamiento de 180 misiles desde Irán, a lo que Israel ha respondido con ataques aéreos y amenazas de represalias mayores.

El conflicto entre Israel e Irán ha alcanzado un nuevo nivel de intensidad. El 1 de octubre de 2024, Irán lanzó un ataque masivo contra Israel, disparando más de 180 misiles balísticos en represalia por la muerte de líderes de Hezbolá y Hamás. Aunque la mayoría de los proyectiles fueron interceptados por el sistema de defensa israelí «Cúpula de Hierro», algunos impactaron en áreas del centro y sur del país.

En respuesta, Israel lanzó una serie de ataques aéreos contra objetivos en Beirut, dirigidos específicamente a las bases de Hezbolá, y ha prometido continuar su ofensiva en las próximas horas. El portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, señaló que el país está preparado para responder con toda su capacidad defensiva y ofensiva, subrayando que el ataque de Irán no quedará sin consecuencias.

Por su parte, Irán ha advertido que su acción concluyó, a menos que Israel continúe sus represalias, lo que podría provocar una nueva ola de misiles. La comunidad internacional ha llamado a la desescalada del conflicto para evitar una guerra a gran escala, aunque las tensiones en la región siguen en aumento.

Este enfrentamiento ocurre en medio de una prolongada guerra entre Israel y Hamás en Gaza, lo que ha generado miles de muertos y desplazados tanto en Gaza como en Líbano. Los llamados internacionales a la paz se multiplican, pero la posibilidad de una solución pacífica parece distante mientras ambos países continúan en pie de guerra.