El Presidente más joven en la historia del mundo cumplió cuatro años de gobierno y en su Discurso a la Nación dejó en claro como es que El Salvador se convirtió en un ejemplo para el resto de los países del mundo.

El 01 de junio del respectivo año Nayib Bukele rindió con orgullo su Discurso a la Nación en medio de las múltiples críticas sobre lo que comenzó como una «guerra contra las pandillas» y ahora cumple un año de régimen de excepción. Aun con numerosas denuncias por violación de derechos humanos, el presidente celebra que se le ha devuelto la seguridad a los ciudadanos.

No rendimos cuentas a la comunidad internacional, ni nos doblegamos ante loa países que nos quieren decir cómo resolver nuestros problemas, cuando ellos no pueden resolver los suyos.

Hoy, la normalidad de los salvadoreños es caminar a las nueve de la noche en su comunidad, cruzar una calle antes prohibida o jugar en el parque con amigos de otra colonia. Hasta hace poco tiempo esas cosas sencillas eran impensables en El Salvador.

El país más pequeño de América es ahora ejemplo para países más grandes, países que cuentan con más recursos, porque nuestros logros de seguridad son irrefutables.

Nayib Bukele, discurso a la nación.

Tras 14 meses en Estado de excepción que ha resultado todo un éxito tanto como una estrategia política como de seguridad. Sin embargo, también ha resultado un tanto contradictorio: si bien se ha devuelto la seguridad social a la ciudadanía esto ha puesto a la vulnerabilidad la seguridad individual de los ciudadanos ya que en un régimen de excepción no existe la el cumplimiento de la garantía constitucional.

Ahora, no solo es un tema de seguridad pública porque Bukele presentó la nueva estrategia de combate a la corrupción durante su discurso y celebración de su mandato.

Así como hemos combatido frontalmente a las pandillas, con toda la fuerza del Estado y con todas las herramientas legales que podemos, sin titubear en ningún momento, así también iniciaremos una guerra frontal contra la corrupción.

Así como desplegamos a las fuerzas de seguridad del Estado y acorralamos a los pandilleros, hasta llevarlos a la cárcel, así también actuaremos con los delincuentes de cuello blanco, vengan de donde vengan. Porque nadie tiene derecho a ser corrupto. Que nadie piense que tiene blindaje.

No importa si robo hace 1, 5 o 30 años, porque les recurso que los delitos de corrupción ya no prescriben. Vamos a ir tras cada corrupto en este país. No nos va a temblar la mano para obligarlos a pagar el daño que han causado al pueblo salvadoreño, así como no nos ha temblado para erradicar las pandillas. No vamos a titubear para erradicar la corrupción.