Lluvias históricas en Ciudad de México: activan Plan DN-III en Tlalpan

Redacción
5 minutos de lectura
Foto: José Melton

La lluvia récord de julio provoca operativos de protección y alertas en la capital

Durante el mes de julio, la Ciudad de México experimentó lluvias sin precedentes en su historia, superando todos los registros previos y generando una serie de emergencias en distintas zonas de la capital. El día 31 de julio fue especialmente crítico, pues en esa jornada se activaron las tres alertas de atención: amarilla, naranja y roja, en cuestión de horas, debido a la intensidad y persistencia de las precipitaciones.

Estas lluvias récord en la Ciudad de México han sido las más intensas y prolongadas en toda la historia meteorológica de la capital. Los registros oficiales indican que julio superó ampliamente las cifras históricas de precipitaciones, lo que generó afectaciones en varias alcaldías, particularmente en zonas con infraestructura vulnerable y en áreas de alta densidad poblacional. La acumulación de agua provocó inundaciones, encharcamientos severos y afectaciones en la movilidad de miles de habitantes.

Las autoridades de protección civil respondieron de forma inmediata ante la magnitud de la emergencia. La Secretaría de la Defensa Nacional activó el Plan DN-III-E en Tlalpan y otras zonas afectadas, desplegando personal y recursos para atender a las personas en riesgo y coordinar la evacuación de zonas vulnerables. La activación de este plan permite una respuesta rápida y organizada en situaciones de desastre, priorizando la protección de vidas humanas y la recuperación de servicios básicos.

El 31 de julio se convirtió en el día con mayor cantidad de precipitaciones en la historia de la Ciudad de México, superando récords previos y generando un impacto significativo en la población. La intensidad de las lluvias provocó que las calles se inundaran en varias colonias, principalmente en aquellas con sistemas de drenaje insuficientes o colapsados. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que en algunas zonas la precipitación alcanzó niveles históricos, lo que llevó a activar de inmediato las alertas correspondientes en coordinación con las autoridades locales.

El sistema de alertas meteorológicas funcionó eficazmente, permitiendo a la población y a las autoridades prepararse ante las condiciones extremas. La alerta amarilla indica condiciones de precipitación moderada, mientras que la naranja y la roja advierten de lluvias intensas y peligrosas, respectivamente. La combinación de estas alertas en un corto periodo de tiempo evidenció la gravedad del fenómeno y la necesidad de respuestas inmediatas, como el despliegue de personal de protección civil, la gestión de refugios temporales y el cierre de calles peligrosas para evitar accidentes.

La magnitud de las lluvias en julio no solo fue histórica, sino que también evidenció la vulnerabilidad de la infraestructura urbana ante eventos climáticos extremos. La acumulación de agua en avenidas principales y en zonas residenciales dejó sin servicio eléctrico a varias comunidades, además de interrumpir el transporte público y dificultar la movilidad de los habitantes. La Secretaría de Seguridad Ciudadana y otras dependencias reforzaron los operativos en las zonas más afectadas, atendiendo reportes ciudadanos y coordinando acciones de ayuda.

En respuesta a la situación, las autoridades de la Ciudad de México reiteraron la importancia de mantener las precauciones ante las lluvias intensas. Se recomendó a la población evitar desplazamientos innecesarios, no cruzar calles con agua en movimiento y reportar emergencias a los números de protección civil. Asimismo, se informó que las labores de limpieza y desazolve en los sistemas de drenaje continuarán en los días posteriores para reducir el riesgo de futuras inundaciones.

Finalmente, los especialistas señalaron que, aunque julio fue un mes excepcional en términos de precipitaciones, la tendencia de eventos climáticos extremos podría mantenerse o incrementarse en los próximos años. La Comisión Nacional del Agua y las autoridades locales llaman a fortalecer las infraestructura y a implementar medidas de prevención para mitigar los efectos de futuras lluvias históricas, garantizando así la seguridad y bienestar de los habitantes de la Ciudad de México.

Compartir este artículo